Jerry Zucker emula las comedias de locas carreras de los sesenta

Tiene aspecto de profesor despistado este estadounidense en cuyo currículo, sin embargo, figura la dirección de varias de las películas más taquilleras de la historia del cine. Jerry Zucker (Milwaukee, Wisconsin, 1950) es el autor -solo o con su hermano David- de varias de las múltiples entregas de las festivas sagas Aterriza como puedas y Agárralo como puedas y también firma la exitosa Ghost. Tras cuatro años de estar alejado de la dirección -mientras, ha producido filmes tan sonados como La boda de mi mejor amigo, de P. J. Hogan-, regresa ahora a la realización con Ratas a la carrera, un filme coral que emula las comedias de alocadas carreras que triunfaron cuando él era un niño, en los años sesenta. Léase La carrera del siglo, El mundo está loco, loco, loco o Aquellos chalados en sus locos cacharros.

Con la excusa de presentar la película en España, el cineasta se ha paseado esta semana por una soleada aunque fría Barcelona acompañado de uno de los protagonistas de la cinta, Cuba Gooding Jr. (Bronx, Nueva York, 1968), ganador de un Oscar por su papel de un infantiloide jugador de fútbol americano en Jerry Maguire. Director y actor coincidían el otro día en que echar unas risas con Ratas... les ha ido de perlas a los norteamericanos tras los atentados del 11 de septiembre. 'La gente necesita reír, la vida sigue y, a mi juicio, el humor de Ratas..., en absoluto político, es el que conviene', opina Zucker. 'Para un impacto como el que sufrimos, probablemente la risa sea la mejor terapia', concede Gooding.

Al igual que en las comedias de carreras a las que retrotrae Ratas..., su elenco es nutrido. Además de Cuba Gooding Jr., en el reparto aparecen nombres de cómicos de la categoría de los británicos Rowan Atkinson -el histriónico Mr. Bean televisivo- y John Cleese, fundador de los Monty Python, y de los norteamericanos Whoopi Goldberg y Jon Lovitz, entre otros intérpretes.

Zucker confiesa, divertido, que se tomó el rodaje con calma. 'Me aterraba imaginar que debía lidiar con tamaña tribu. Soñaba que los tenía enfrente a todos ellos en una habitación y, después de explicarles cómo quería una escena, empezaban a levantar las manos exclamando uno tras otro: 'Jerry, tengo una idea'. ¡Qué horror! Pero, la verdad es que eso no sucedió, y nos lo pasamos muy bien', recuerda. Para Gooding, uno de los momentos más hilarantes del rodaje fue aquel en el que tuvo que compartir secuencia con 50 replicantes de Lucy Ball en un autocar. '¡Genial!', bromea el actor.