Gerhart Riegner, mensajero ignorado del holocausto

Gerhart Riegner, ex secretario general del Congreso Mundial Judío (CMJ) y destacado luchador en favor de los derechos humanos, falleció en Ginebra el pasado 3 de diciembre a los 90 años de edad como consecuencia de una neumonía. En 1942 fue el primero en alertar a los aliados sobre el plan nazi de exterminio de los judíos sin que se le prestase atención.

Nacido el 12 de septiembre de 1911 en Berlín, en una familia de intelectuales judíos, Riegner estudió derecho en varias universidades alemanas. En 1933 se trasladó a París para completar sus estudios en la Sorbona. De allí se trasladó a Suiza. En 1936 empezó a trabajar para el Congreso Mundial Judío cuando se creó esta organización en 1936.

En 1942 se enteró por un industrial alemán que tenía buenas relaciones con los nazis del proyecto de éstos para 'una solución final' de los judíos. El 8 de agosto envió a la cancillería británica y al Departamento de Estado norteamericano el que luego se conoció como 'el telegrama Riegner', que hoy figura en el Museo del Holocausto, en Washington. En él advertía de que en los cuarteles generales de Hitler se había discutido un plan por el que todos los judíos de los países ocupados o controlados por Alemania deben ser exterminados 'para resolver de una vez y por todas la cuestión judía en Europa'. Ni británicos ni estadounidenses hicieron caso a Riegner, y se limitaron, junto con la Unión Soviética, a advertir a Alemania cuatro meses después, el 17 de diciembre de 1942, de que frenara el holocausto o se atuviera a las consecuencias.

Después de la guerra, Riegner participó en diversas negociaciones, especialmente sobre la situación de los judíos en los países del norte de África que accedían a la independencia. Fue secretario general del Congreso Mundial Judío de 1965 a 1992. Desde este puesto jugó un papel fundamental en la mejora de relaciones entre cristianos y judíos, y en la normalización de las relaciones entre Israel y el Vaticano en 1993.