El Fòrum arrancará el 9 de mayo y se presenta como un reto para conseguir el debate intercultural

El Fòrum 2004 arrancó ayer de forma definitiva con la presentación de su programa. Ya no hay marcha atrás después de tantas incidencias, como la renuncia del consejero delegado Josep Caminal. Y todavía no hay acuerdo para sustituirle. Tal vez por ello, fue el primer acto en el que se plasmó el acuerdo de las instituciones de manera expresa, sintonía que se verbalizó en los discursos del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y del alcalde de Barcelona, Joan Clos. Ellos y el príncipe Felipe, que presidió el solemne acto en el auditorio, subrayaron que la convocatoria del Fòrum debe ser una oportunidad para abrir un diálogo real entre las culturas del mundo. La forma de lograr esa meta es múltiple: debates, congresos, exposiciones y fiesta a lo largo de 141 días, lo que supone un recorte de 15 respecto al proyecto inicial. El Fòrum arrancará de forma definitiva el 9 de mayo y finalizará el 26 de setiembre. Su presupuesto es de 52.900 millones de pesetas.

Pese a que todavía no concreta, con exactitud, la sucesión de actividades, el programa presentado ayer sí desgrana con más detalle qué ocurrirá en Barcelona durante casi cinco meses: 34 congresos internacionales, 800 actividades artísticas y algunas cumbres a destacar, como la de los premios Nobel de la paz, una conferencia internacional de televisiones públicas y una reunión extraordinaria del Club de Roma, entre muchas otras. El Fòrum espera recibir cinco millones de visitantes. El evento, contrariamente a lo proyectado, se abrirá a la ciudad, de manera que gran parte de sus actividades se extenderá a los más importantes equipamientos culturales de la ciudad.

Por eso, se ha abandonado la idea inicial de una celebración de todos los actos en el recinto principal, el área de la desembocadura del Besòs en el mar, que se está sometiendo a una profunda renovación urbanística y donde ya han empezado las obras del centro de convenciones, del edificio Fòrum y de la creación de una gran explanada de 14 hectáreas donde se realizarán las principales exposiciones del evento. Ese cambio ha supuesto rebajar el precio de la entrada a los principales escenarios a unas 900 pesetas y utilizar algún sistema de bonos mediante tarjetas electrónicas para asistir al resto de actividades programadas en el conjunto de la ciudad.