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Fotonoticia:ARTURO CASTELLÓ | Editor | Convers@ciones en la red

'Elegí este oficio para poder leer novelas en horas de trabajo'

P. ¿Eso del anarquismo no es cosa del siglo pasado? R. Más antiguo es el esclavismo y mire cómo está el salario mínimo

Un billete de lotería le permitió iniciarse en el oficio de editor, aunque no es por azar que se dedique publicar libros. Arturo Castelló, 27 años, es el director de Numa, una nueva editorial valenciana que, en poco más de un año, ha publicado doce títulos. En su colección de literatura pueden leerse obras como El tercer policía, de Flann O'Brien; Hombres amables, de Marcelo Cohen; El vagabundo de las estrellas, de Jack London; Una vida llena de agujeros, de Paul Bowles, y Locus solus, de Raymond Roussel. También ha editado Los anarquistas españoles, de Murray Bookchin y Futuro primitivo, de John Zerzan, entre otros ensayos.

Pregunta. ¿Por qué se hizo editor?

Respuesta. Para poder leer novelas en horas de trabajo.

P. ¿Viva la República?

R. Es el nombre de nuestra colección de ensayo. Un homenaje a unas personas que no dudaron en defenderse -violentamente cuando fue necesario- para hacer frente a las imposiciones. Hoy serían herejes.

P. ¿La historia la escriben los vencedores?

R. Sí, todos los días: en la prensa, en la televisión, en la publicidad.

P. ¿Eso del anarquismo no es cosa del siglo pasado?

R. Más antiguo es el esclavismo y mire cómo está el salario mínimo.

P. ¿El nuevo interés por el anarquismo es un efecto del movimiento antiglobalización?

R. El auge reciente de ambos movimientos responde a un mismo estímulo, que no es otro que la ofensiva del neoliberalismo más salvaje. Quizás se deba también al agotamiento de otros ismos, que hasta ahora han servido como muro de contención. Estoy pensando en el reformismo, el pacifismo y el pragmatismo, y sobre todo en el cinismo, tan común en las generaciones anteriores a la nuestra.

P. Las gentes del movimiento antiglobalización se comunican por Internet, se desplazan de Seattle a Génova, oyen la misma música, visten con una estética común y, en suma, conforman un movimiento planetario.

R. Parece una contradicción, pero es irrelevante. Fíjese en los señores que según la prensa fueron los autores del atentado del 11 de septiembre: personas de distintas nacionalidades que se comunicaban por Internet, escuchaban la misma música, vestían con una estética común y viajaban por todo el mundo. En cualquier caso, el de la contradicción es el argumento empleado normalmente por los voceros de la oficialidad más mezquinos para descalificar a cualquiera que diga algo distinto.

P. ¿Y la oposición frontal frente a los efectos de la revolución tecnológica no tiene algo de primitivo, como las primeras reacciones frente al maquinismo en la revolución industrial?

R. Creo que se refiere usted al instinto de autodefensa, un recurso absolutamente necesario hoy en día para conservar la salud mental, individual y colectiva. ¿Quién no ha soñado alguna vez con sabotear -por poner un ejemplo simple y claro- Canal 9? ¿Imagina el resultado? Aunque sospecho que alguien se nos ha adelantado: Julián Lago. De todos modos, los luditas o antimaquinistas no odiaban las máquinas. Nadie odia las máquinas, como nadie odia a las ventanas o las puertas. Los luditas destruían los medios de producción que implicaban jornadas de catorce horas en un medio insalubre a cambio de un salario infame. Llamar a eso primitivo es una estrategia para desacreditar a los insurgentes.

P. ¿El futuro primitivo, ese regreso a un pasado utópico no es pura reacción?

R. Más que un regreso al pasado, lo veo como un rechazo a ciertos aspectos de la sociedad actual cuya desaparición implica, entre otras cosas, la destrucción total del sistema capitalista, algo que, lejos de parecerme reaccionario, me atrae sobremanera. Lo que plantea Zerzan es la posibilidad de imaginar una forma de vida en la que podamos prescindir de marcos conceptuales impuestos como son la sociedad, la civilización, la cultura, el trabajo y el poder.

P. ¿Los fundamentalismos religiosos y los económicos se retroalimentan?

R. Sin duda alguna y algunos, incluso se autofagocitan.

P. ¿En qué medida el hipertexto va a cambiar la relación con la lectura?

R. Es algo pronto para saberlo. Me interesa más el modo en que puede afectar a la escritura. Dicen que el periodismo está matando el lenguaje, y quizás el hipertexto lo remate.

P. ¿Los propios gustos literarios sus colecciones?

R. Publicamos aquello que nos parece buena literatura y que además, nos gusta. Un menú variado, de platos sabrosos, elaborados con ingredientes naturales y frescos. Lo contrario de la comida rápida que tanto se vende en las maclibrerías, donde, por cierto, también pueden encontrarse nuestros libros.

P. A la vista de su experiencia en Numa ¿La cultura anticapitalista puede ser rentable económicamente?

R. No. Sólo con un disfraz adecuado puede aspirar a una supervivencia precaria, y eso con mucha suerte.

El editor Arturo Castelló, con uno de sus libros.
El editor Arturo Castelló, con uno de sus libros.JOSÉ JORDÁN

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