Cruz Orozco documenta con material inédito el divorcio entre la escuela y la política educativa del Movimiento
Cuando se cumplen 60 años de la creación de la organización juvenil falangista, José Ignacio Cruz Orozco revisa las tesis sobre el fracaso de la política de juventud franquista y atribuye las causas del fallo 'a la escasa incidencia que finalmente tuvieron los sectores falangistas en la socialización de los jóvenes españoles en los principios del Movimiento Nacional'. El autor constata en El Yunque Azul, editado por Alianza, que 'esas peticiones de importantes sectores falangistas' entre 1940 y 1950, 'no fueron atendidas y se incorporaron al discurso de 'la revolución pendiente'.
Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, este profesor de la Universidad de Valencia realiza una importante compilación del material gráfico procedente del Centro de Documentación del Instituto Nacional de la Juventud, del Arxiu del Taller d'Història Local de Godella (Valencia) y del Arxiu del Col.legi Públic Cervantes de Godella. El texto es el resultado de una amplia investigación de varios años, durante los cuales, Cruz Orozco, explica: 'He localizado un gran número de documentación que permanecía inédita. Por ello, el ensayo basa la mayoría de sus contenidos en fuentes documentales no empleadas hasta el momento por ningún especialista'. Cruz Orozco completa la investigación con un CD con las canciones más significativas de la época.
Su tesis es que el fracaso de la iniciativa más importante de la dictadura -la que llevó a cabo el Frente de Juventudes dentro del sistema educativo, que se centró en la implantación de la asignatura de Formación del Espíritu Nacional (FEN) en el sistema educativo español durante más de 35 años- se debió 'al divorcio de la escuela falangista y la política puesta en marcha por el ministerio'. Tras dar cuenta de este fracaso, el capítulo segundo describe la realidad de un patronato escolar, directamente dependiente del Frente de Juventudes, que pese a agrupar a 50 colegios repartidos por España, fue 'incapaz de imponer su modelo de educación falangista', cuyos rasgos son 'el olvido de los fundamentos pedagógicos más elementales'.
'Había un desequilibrio muy grande entre el discurso ideológico y los instrumentos pegadógicos que el régimen franquista puso en marcha', señala Cruz Orozco, quien explica el intento tardío por revertir esta situación hacia los años sesenta, mediante una reforma fallida de los libros de texto.
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