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Observatori 2001 llena Valencia de propuestas artísticas experimentales

Un centenar de creadores muestra su trabajo en el Museu de la Il.lustració de Valencia

Un centenar de artistas tomaron ayer la Sala Parpalló y los jardines inacabados del zigzagueante Museu Valencià de la Il.lustració y la Modernitat (Muvim). El denominador común a todos ellos es la interdisciplinariedad, aunque el uso abusivo e indiscriminado del término quizá lo ha vaciado de contenido. En cualquier caso, el director artístico de Observatori 2001, Pistolo Eliza, prefiere definir el encuentro como una reunión de propuestas 'visionarias', una especie de catálogo de nuevas expresiones que congregó ayer a numeroso público.

Innovar, experimentar, traspasar fronteras, abrir nuevos campos de investigación artística... constituyen el vocabulario básico del encuentro. 'Son propuestas de investigación artística', apostilla Pistolo. Estas propuestas se vehiculan a través de la instalación, el performance, la pintura, la fotografía, la música, el vídeo, la infografía, la joyería, el cómic o el arte en la red. Todas las expresiones artísticas tiene cabida en el Observatori que en esta su segunda edición, por lo visto ayer, ha superado los problemas de organización del pasado año. La iniciativa cuenta con el respaldo organizativo de la marca textil valenciana Lois y el patrocinio de la Generalitat Valenciana, además de diversas empresas.

La jornada festiva y soleada de ayer invitaba a las familias a pasear por el Muvim para conocer la exposición permanente sobre el llamado Siglo de las Luces. Allí, en el gran vestíbulo del museo, padres e hijos de corta edad se cruzaban con grupos de jóvenes con pantalones acampanados, piercings, perillitas y patillas navajeras. Una escena que se repetirá hoy y mañana, cuando concluya el Observatori articulado a través de 12 proyectos independientes, comisariados por otros tantos artistas. A partir de la media noche tiene lugar el Observatori Nocturn. Es la hora de la música más bailable y de las actuaciones musicales. El techno campa a sus anchas en la sala Roxy. También las estaciones de la línea 3 del Metro participan en la iniciativa, reproduciendo el trabajo de diversos artistas sonoros.

En el jardín del museo, diversos contenedores portuarios sirven como salas de proyección de los videoartistas al tiempo que jalonan el camino hacia una gran carpa donde se ofrece por el día música 'experimental', que no necesariamente tiene que ser electrónica, según apunta Blanco Añó, director del Obsertori y responsable del apartado musical. Añó apuesta por la calidad de 'la nueva hornada' de Dj y músicos.

Participan en el Observatori artistas como Pan Sonic, Adrian Ward, José Antonio Orts, Dirk Marwig, Kim Cascone, Santiago Sierra, Rolando Peña, Nissin Merkado, Joan Rabascall, John Dunkan, Aníbal López, Sterlac, Anni Sprinkle, Domingo Sánchez, Max, Nati Estébanez, Raúl Real, Jack Vanarsky o Nita Parker.

También Malatesta, que había despertado el interés por conocer su instalación, en la que el tacto, el olfato y el gusto suplen a la mirada que él perdió paulatinamente. Sorprende también la Toporgraphie de Vanarsky, en la que se va modificando un rostro escultórico, aplicando la tecnología de la fotografía, el vídeo y el ordenador. Estos dos últimos son los instrumentos básicos en la instalación lúdica de Cristina Calderón y Eugeni Güell, en la que se modifica el uso de elementos populares e infantiles como un coche de feria proyectado sobre una pantalla. También Jordi Mitjà juega con el público ofreciendo la posibilidad de pintar sobre unos discos, con claras reminiscencias a la moda techno, que luego se pueden llevar a casa.

El Observatori reúne a veteranos artistas como Rolando Peña, activo creador del underground neoyorquino de los años sesenta, con otros más jóvenes. Es el caso de José Morraja, quien propone una irónica proclama a través de sus fotografías sobre la Star Generation (somos patéticos) que muestran toda una serie de tipologías de tribus urbanas, algunas de las cuales se podrían identificar con los propios visitantes del Observatori.

Pero fue otro veterano, el profesor de filosofía Antonio Escohotado, quien acaparó ayer la mayor atención en su conferencia sobre las drogas y la autoestima. Entre el numeroso público, se hallaba Najwa Niwri. Escohotado señaló que el abuso de las drogas es consecuencia de la personalidad del que las toma y no de las propias drogas.

Una de las participantes en Observatori 2001 pasa por delante la obra <i>Apariencia,</i> de Veronique B. Chanteau, antes de la inauguración.
Una de las participantes en Observatori 2001 pasa por delante la obra Apariencia, de Veronique B. Chanteau, antes de la inauguración.CARLES FRANCESC

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