¿Y la evaluación del profesorado?

El pasado día 2 de diciembre leí una carta en esta sección sobre uno de los aspectos que podrían y deberían ser reformados en la Universidad y que tiene que ver con la mejora de la calidad que tanto se dice pretender.

Es el tema de la evaluación de la actividad investigadora (los sexenios). Estoy básicamente de acuerdo con el profesor Ladrón de Guevara, pero me gustaría decir algo más.

No se puede hablar de evaluación cuando no son conocidos los criterios específicos que se aplican, cuando los que evalúan no son especialistas del área de conocimiento del profesor que presenta sus trabajos o de áreas muy afines, cuando no se dan las razones de la calificación positiva (que serviría de estímulo para seguir en esa línea) ni de la negativa (que serviría para ir mejorando); y si se presenta un recurso argumentado se responde, a todos por igual, sólo con razones jurídicas, ni académicas ni científicas.

No es la primera que vez que esto se dice. Desde 1999 hay testimonios escritos de catedráticos de universidad que han actuado en esas comisiones con propuestas para que esta situación se mejore.

¿Se ha mejorado algo? No.

¿Y la actividad docente? ¿Se evalúa la actividad docente?

Al menos en la universidad en la que trabajo, para conseguir que te evalúen positivamente la actividad docente (lo que se conoce como un quinquenio) existe un 'criterio' claro: que no se te olvide pedirlo en la ventanilla correspondiente cada cinco años.¿Algo más? No. ¿Sirve para algo? Para percibir un complemento salarial. ¿Sólo? Bueno, algo es algo. Pero estamos hablando nada menos que de evaluar la docencia universitaria no de retribuciones que, por cierto, nunca inciden en el sueldo base (164.410 pesetas al mes para la segunda categoría más alta de profesorado universitario).

¿Qué propuestas de mejora plantea la LOU sobre la evaluación de la actividad docente e investigadora del profesorado? Una: la creación de una Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad... necesitaría otra carta para tratar de expresar la desazón que me produce tal propuesta.

Trabajo desde hace 26 años en la universidad, he leído la LOU, he ejercido mi derecho de huelga y manifestación en contra de la LOU, cumplo mis deberes profesionales y, sinceramente, me gustaría saber qué privilegios defiendo.

Tal vez haber nacido en el primer mundo o tener un trabajo que además me gusta, y casa -alquilada-, y salud y personas que quiero y me quieren. Ésos son los 'privilegios' que se me ocurren.

Tal vez la ministra de Educación quiera aclararme / aclararnos algo más y no utilizar siempre el mismo discurso arrogante y ofensivo contra los que osamos discrepar.-