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Reportaje:La resaca de la jornada

Vacaciones en el aire

Rivaldo aceptaría sin problemas que Rexach les dejase sin fiesta en Navidad por los malos resultados

Àngels Piñol

'¿Qué le parece que Rexach cumpla la amenaza de dejarles sin vacaciones de Navidad por los malos resultados?'. Rivaldo, delantero brasileño del Barcelona, escuchó el aviso, desvelado ayer por el diario El Mundo Deportivo, hizo una mueca, alzó los hombros y replicó: 'Si es verdad, no pasa nada. No podemos estar muy atrás en la Liga y en la Liga de Campeones y tener vacaciones. Tenemos que seguir y estar tranquilos porque, si no, nos estaremos entrenando en Navidad. ¿Si lo aceptaría? Por mí, no hay problema'.

Charly, con fama de bonachón y hombre comprensivo, parece que ha sacado el látigo. La cita en Mendizorroza ha sido la gota que ha colmado el vaso: el Barça perdió ante el Alavés (2-0), desdeñó el liderato (ya es octavo) y cuajó, según el técnico, 'el peor partido del año', un revés que ha pasado factura: el Madrid le supera en la tabla por dos puntos tras haber enjugado en un tiempo récord los nueve de ventaja que le llevaban los azulgrana.

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La presión del Madrid y el vital partido de mañana frente al Galatasaray, de la Liga de Campeones, han precipitado las cosas. Rexach concentró ayer, en vez de hacerlo hoy, a toda la plantilla en un hotel de El Muntanyà, el santuario del dream team de Johan Cruyff, un lugar rodeado de bosques cuya soledad no agrada a los jugadores. Pero Charly sabe lo que hace: el Barça ha soslayado las críticas gracias a su buen camino en la competición europea, pero un traspié ante el equipo de Estambul activaría todas las alarmas. 'Es que, entonces, la victoria en Liverpool no habría servido para nada', convino Rivaldo, apagado como todos sus compañeros y que hoy, encima, encara la posible sanción que pueda imponerle el Comité de Competición tras el sopapo que dio a Lacruz en la cita con el Athletic. Ayer no quiso decir ni media palabra sobre su expediente.

El brasileño admitió que esta temporada le está resultando difícil por su lesión muscular y las molestias que arrastra en los abductores y por los partidos que se ha perdido por jugar con Brasil -lleva marcados cuatro goles en la Liga por los ocho que sumaba a estas alturas en la anterior.

Claro que la sequía no es sólo suya: afecta a todo el equipo. En los últimos tres partidos el Barça sólo ha marcado un tanto, precisamente el de Rivaldo ante el Athletic (1-2). En Las Palmas y Vitoria se quedó a cero. 'Nos preocupa no tener demasiadas ocasiones de gol. Siempre hay malas rachas, pero hay que estar tranquilos', afirmó inicialmente Rivaldo. Luego, fue repitiendo la idea -'queda aún mucha Liga'- hasta que al final, a la cuarta pregunta, admitió que quizá no es todo una cuestión de suerte: 'En algunos momentos jugamos con las líneas muy separadas y tenemos muchas dificultades para que nos lleguen balones. Tenemos que ser un equipo más compacto tanto para atacar como para defender'.

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