Los padres solicitan a Enseñanza que adapte el horario escolar al de la jornada laboral
La FAPAC pide actividades extraescolares
'El calendario escolar es del siglo XIX y hay que buscar uno nuevo', aseguró ayer Raimon Guilera, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC). Durante el congreso celebrado el pasado fin de semana, casi 500 padres y madres, además de profesores, sindicalistas y universitarios, debatieron, entre otros asuntos, la necesidad de cambiar el actual calendario escolar para que se adecue a la jornada laboral de los padres.
Una de las conclusiones a las que llegaron los participantes en el congreso fue que, para adaptar el horario de los colegios al de la jornada laboral, es necesario alcanzar un pacto entre los sectores sociales. 'No se trata sólo de hablar con el Departamento de Enseñanza, sino de que haya un acuerdo entre un marco más amplio que englobe también a los departamentos de Trabajo y de Bienestar Social, además de a los padres, las escuelas y los sindicatos', afirmó ayer Guilera.
En representación de unas 1.400 asociaciones de padres de alumnos de centros públicos de Cataluña, los directivos de la FAPAC adelantaron que en las próximas negociaciones con Enseñanza, que se iniciarán tras las vacaciones navideñas, solicitarán que el departamento potencie o cree espacios educativos o de ocio para que sea posible compaginar los horarios entre padres e hijos y que el nuevo calendario se adapte a los territorios y el nivel escolar de los estudiantes. 'Hay que tener en cuenta el clima porque, por ejemplo, los padres que trabajan en la Costa Brava prefieren que sus hijos tengan vacaciones en enero, que es cuando ellos pueden dedicarles más tiempo, y no es lo mismo el horario para un niño de 3 años que para uno de 13', señaló Guilera.
Plazas de guardería
El congreso debatió también la necesidad de crear plazas de guardería públicas desde los cero años con itinerarios definidos en todos los tramos educativos, incluidas las actividades extraescolares, que tanto pueden ayudar a hacer compatibles los horarios laborales de los padres con los escolares. 'La enseñanza va mucho más allá que el horario lectivo, por lo que la sociedad actual pide nuevos soportes', matizó Guilera.
Para ello, los padres solicitan que se regule 'el otro espacio educativo', el de las actividades extraescolares, las complementarias y otros servicios educativos. Aquí los progenitores se pusieron deberes y se comprometieron, a través de las asociaciones de padres de alumnos, a potenciar su presencia durante estos servicios, a velar por su calidad y a verificar que, por cuestiones económicas, no haya exclusiones de alumnos.
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