Camacho pide un 'hueso' para abrir boca
El técnico español cree que enfrentarse de entrada a un gran rival mejoraría la mentalidad del equipo
Escarmentado por la irritante tendencia de España a afrontar sus estrenos en las grandes citas con menos disposición de la debida, José Antonio Camacho, el seleccionador, confía en que el sorteo de hoy (Antena 3 y Vía Digital, 11.00) del Campeonato del Mundo de Corea y Japón enfrente de entrada al equipo con un adversario con galones. Camacho no ha olvidado que en su experiencia anterior, la Eurocopa 2000, Noruega volteó a España en su estreno y la selección navegó ya contra corriente. Lo mismo que le sucedió en el Mundial de Francia 98, cuando cayó ante Nigeria, o en el de Estados Unidos 94, cuando precisamente Corea del Sur forzó un empate.
'La historia dice que España nunca llega centrada al primer partido. Por ello, si te toca un rival fuerte, es más fácil entrar en el torneo con mejor disposición', sostiene Camacho, que llegó el jueves a Busan, la ciudad surcoreana donde se repartirá la suerte, y que ha fijado ya los cuarteles generales: en Corea estará en la ciudad de Uslan y en Japón en la de Niigata, en sendos hoteles con un campo en el que entrenarse y bien comunicados. De acuerdo con su teoría, 'Inglaterra sería un buen enemigo para abrir boca'. Sin duda, los ingleses serían el contrincante más potente que, en principio, podría tener España, cabeza de serie junto a Brasil, Francia, Japón, Corea, Italia, Alemania y Argentina.
Lograr la mentalización adecuada es una de las terapias en las que Camacho insistirá. Según asegura, es uno de los males endémicos y, en su opinión, se padeció en la última Eurocopa: 'Muchos jugadores llegaron a la concentración a los pocos días de la final de la Liga de Campeones que el Madrid ganó al Valencia y, como es normal, la agresividad, tras haber levantado una Copa de Europa, no es la misma'.
Pero España tiene otras lagunas. Camacho lamenta que la selección carezca del arraigo popular que hay en Francia o Argentina, 'donde los equipos nacionales están por encima de todo'. 'El domingo', subraya, 'sentí envidia sana al ver a Correa quitarse la camiseta del Atlético para mostrar la de Uruguay'. En España prevalece la cultura de clubes, pese a lo cual 'ni el Madrid, ni el Barcelona, ni el Valencia arrastran público cuando juegan fuera, salvo en las finales'.
Hoy en día, Camacho considera que Francia y Argentina son los grandes favoritos: 'Saben jugar al fútbol'. La etiqueta, en su visión,se traduce así: 'A España se le pide que toque mucho la pelota y que lo haga bonito. Eso es un camelo. Podemos mover el balón mejor que los argentinos y los franceses, pero ellos siempre saben lo que tienen que hacer para ganar a su contricante de turno'.
El seleccionador sostiene que,frente a la indiscutible jerarquía de los franceses y los argentinos -'Brasil', matiza, 'también estará al final arriba'-, 'el prestigio de España está en ser cabeza de serie'. Pero ello no evitará que exija el máximo a sus jugadores para evitar que se escuden en el corto palmarés -la Eurocopa de 1964- para no asumir más responsabilidades que generaciones precedentes. No obstante, advierte: 'Yo vengo de una escuela de ganadores natos. He jugado con Pirri, Santillana y la quinta del Buitre. Pero no me gusta que me tomen el pelo y en cada baza digan que somos favoritos'.
También disculpa a los sucesivos técnicos: 'Supongo que todos los que hemos pasado por este cargo algo sabríamos. Pero no hemos ganado un Mundial ni jugado una final. Y eso que antes había once españoles en cada equipo y ahora hay once comunitarios'. En este sentido, recuerda que, al contrario que los franceses o los argentinos, los futbolistas españoles que han emigrado -Mendieta, Javi Moreno, Farinós y Marcelino- no son titulares en sus nuevos equipos. El caso de Mendieta, uno de sus supuestos titulares, no le preocupa en exceso porque está convencido de que acabará jugando en el Lazio. Lo que sí le preocupa mucho es el asunto del presunto dopaje de Guardiola y, si se confirma, su suspensión, así como cubrir con acierto el puesto de interior zurdo.
Mientras termina de perfilar el equipo, para lo que aún tiene seis meses, Camacho sabrá hoy qué le espera en su primer Mundial en el banquillo. Asegura tener informes exhaustivos de todos los adversarios. Sólo resta que el bombo gire a su gusto y le depare un hueso en su estreno. Pero tiene otro ruego: 'Que si perdemos lo hagamos contra alguien que sea mejor. Porque, si nos tira alguien que no lo sea, yo sería el primero en despedirme'.
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