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Reportaje:FÚTBOL | Hoy se sortean los grupos de la primera fase del Mundial de Corea y Japón

El campeón pierde su privilegio

La selección ganadora ya no tendrá garantizada su participación en el torneo siguiente, sino que tendrá que acudir a la fase clasificatoria

José Sámano

Se acabó. La FIFA suprimió ayer de un plumazo un viejo privilegio. El ganador del Mundial de 2002 no tendrá una plaza garantizada en el de 2006, en Alemania, y deberá jugar, pues, la fase de clasificación. La decisión fue tomada en Busan por su comité ejecutivo y anunciada personalmente por su presidente, el suizo Joseph Blatter, quien calificó de 'valiente y sagaz' la medida y subrayó que, así, esa selección estará a partir de ahora 'mejor preparada' al tener que jugar partidos oficiales y, además, liberará una plaza en beneficio de otras confederaciones.

Más allá de los superficiales argumentos deslizados por Blatter se esconde el monumental atasco que viven los clubes y los equipos nacionales, cuyos roces surgen en cada convocatoria. La gota que ha colmado el vaso han sido los ocho encuentros amistosos a los que fue autorizada Francia durante el último curso, uno de ellos en Australia, la otra esquina del globo. Los clubes pusieron el grito en el cielo por ser una cita intrascendente y la FIFA pidió flexibilidad a los dirigentes franceses, pero su técnico, Roger Lemèrre, no abrió una rendija y desplazó a todas sus estrellas hasta Oceanía.

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El campeón pierde ahora su derecho a fijar al menos ocho partidos amistosos y tendrá que someterse al mismo calendario unificado que los demás y que está previsto que entre en vigor en enero de 2002: cinco fechas al año para distribuir entre amistosos y oficiales. Si alguna selección se salta una fecha, los clubes afectados podrán no cederle a sus jugadores sin el riesgo de ser sancionados.

Pero, pese al nuevo calendario, la FIFA aún tiene otros clavos en el zapato. Blatter quiere recortar como sea el sistema de clasificación de Suramérica, donde diez selecciones deben disputar 18 encuentros. Las protestas de los conjuntos europeos se han multiplicado y la UEFA ha hecho esta vez causa común con el máximo organismo. En las numerosas reuniones de estos días, en Busan, las altas instancias de la FIFA han intentado cerrar sin éxito un acuerdo con la Conmebol. Los suramericanos quieren mantener un grupo de diez cuadros en lucha por cuatro plazas, pero aceptarían que se disputara en un plazo de tres años y con seis fechas anuales, una más de las que prevé el calendario. Ahora se juega en dos años: nueve partidos cada doce meses. En caso de ser aceptada su propuesta, la Conmebol estaría dispuesta a que la Copa de América se celebrase cada cuatro años o bien cada dos, pero en este último caso sin los internacionales afiliados en Europa. Sin embargo, la FIFA no acepta la oferta. Blatter fue ayer rotundo: 'No podemos seguir con 18 fechas en el calendario suramericano. No volverá a ocurrir. Buscaremos una solución'.

Blatter también expresó ayer su preocupación por la proliferación del dopaje en la Liga italiana, en contraste con otras. En este ámbito, la FIFA ha decidido meter el bisturí y desde el 1 de abril de 2002 será su Comisión de Disciplina la que determine las sanciones en todos los casos, ya sean torneos nacionales o europeos de clubes o entre selecciones. Se trata de unificar criterios y fijar una política común, empezando, como dijo Blatter, por garantizar que 'todos los laboratorios empleen el mismo método y tengan idéntica armonía'.

Hasta hoy, cada entidad organizadora de una competición tiene potestad para sancionar: en España sería la Federación y en la Liga de Campeones la UEFA. Además, la confusión es tal que ni siquiera los altos ejecutivos de la FIFA son capaces de aclarar si Guardiola, de ser castigado en Italia, podría jugar el Mundial con España. Johan Cruyff, que ayer llegó a Busan para un acto comercial, también se mostró tajante: 'Las normas vigentes no son correctas y las asociaciones de jugadores deben exigir un cambio y reclamar una misma legislación para todos. No puede ser que, con las mismas normas con las que hace un año se rebajaron las sanciones, ahora se siga castigando. La UEFA y la FIFA deben intervenir'. La situación de Guardiola, dijo, 'no es justa'.

Por otra parte, una de las medidas aprobadas ayer por el Comité Ejecutivo de la FIFA fue conceder permiso oficial a los árbitros para que lleven publicidad. Eso sí, limitada a las competiciones de clubes y siempre que los logotipos no superen los 200 centímetros cuadrados y sólo se muestren en las mangas. La federación nacional que asimile esta posibilidad deberá remitir el contrato a la FIFA, que será en último término la que dé el visto bueno. España ha sido pionera en este apartado gracias a una excepción del máximo organismo, que le consintió su implantación de forma experimental.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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