La crisis y la caída de tipos reducen los beneficios de todas las cajas andaluzas menos los de Unicaja

Las cajas andaluzas cerrarán este año un ejercicio difícil. La crisis económica, la bajada de los tipos de interés y las nuevas exigencias sobre provisiones del Banco de España han reducido sus márgenes. Sólo Unicaja ha mejorado en los tres primeros trimestres del año sus beneficios antes de impuestos del año pasado. Lo hace en un 12% según el boletín trimestral de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). El beneficio del resto, colectivamente, desciende un 24,3%, mientras el conjunto de las 47 cajas españolas casi repite sus resultados.

La contabilidad de las seis cajas andaluzas en los primeros nueve meses del año arroja un descenso en los beneficios del 10,2%. Es una situación peor que la media del negocio bancario nacional. El beneficio antes de impuestos del conjunto de las cajas españolas sube un leve 0,2% y la banca creció un 14%, aunque es la tasa más baja desde 1996.

Las cuentas consolidadas (incluyendo los resultados de su grupo de empresas) de Unicaja señalan un beneficio de 26.111 millones, frente a los 23.310 del año pasado, con un 12% de subida. El aumento de la actividad crediticia en un 17,1% y la contención del gasto han contribuido a este resultado positivo. Es la caja que menos ha subido su capítulo de personal, con un 4,66%.

En términos relativos, el siguiente mejor comportamiento corresponde a San Fernando, que en datos no consolidados pasa de 7.361 a 6.769, con un descenso del 5,8%. El Monte estaba peor a 30 de septiembre: había pasado de los 9.330 millones consolidados del ejercicio anterior a 7.290, con un 21,9% de bajada. Esta entidad es a la que más se le han disparado los gastos de personal, con un aumento anual del 18,52%. Ambas cajas sevillanas pueden arreglar sus balances anuales con los dos mil millones que cada una podrá consignar como beneficio por la venta de los terrenos de Tablada.

La Caja de Jaén, en cuentas no consolidadas, pasa de 632 millones de beneficio en 2000 a 550, con una reducción del 13%. La General de Granada, en datos no consolidados ha saltado de los 8.867 millones a 6.769, con una merma del 23,7%. El peor resultado de las seis lo proporciona Cajasur, que en los tres primeros trimestres de 2000 ganó 10.714 millones y en este ejercicio ha pasado a 6.397 millones, según las cuentas consolidadas reseñadas por la CECA. La caja cordobesa es una de las que mejor controla sus gastos de explotación (los de personal han aumentado un 8,7%, sólo aventajados por Unicaja y Jaén), pero los 4.083 millones de minusvalías por realizaciones de cartera, han empeorado sus beneficios en un 40,3% respecto al año pasado.

El fondo de cobertura estadística para insolvencia, una nueva provisión creada por el Banco de España, ha castigado las cuentas de las cajas este año y lo seguirá haciendo el que viene. En términos generales, todas las cajas andaluzas han duplicado sus dotaciones para insolvencia, excepto las dos cajas sevillanas, que en ambos casos disminuyen su aportación a este capítulo.

La caída de los tipos de interés y el escaso margen, la menor actividad en Bolsa de los clientes y el descenso del valor de las carteras de las entidades, la disminución de las operaciones financieras, la desaceleración previsible cuando termine de aflorar el dinero negro tras la entrada del euro, y el aumento de la morosidad previsible si sube el paro, son algunas de las amenazas que se ciernen sobre el sector. Los expertos señalan que se hará más acuciante la necesidad de recortar costes. Ese puede ser el panorama cuando se vuelva a hablar de fusiones de cajas en Andalucía.