Un marroquí denuncia a tres policías de Málaga por insultos y agresiones

Un nuevo caso de supuesta agresión policial contra magrebíes ha vuelto a registrarse en Andalucía. Un ciudadano marroquí, Nouredine Hathout, de 32 años, interpuso el lunes una denuncia ante el juzgado de guardia de Granada contra tres agentes que lo insultaron y golpearon en la estación de autobuses de Málaga cuando éste se ofreció a mediar de traductor de un compatriota a quienes los policías trataban de identificar. El joven decidió denunciar a los agentes 'por el trato humillante' al que lo habían sometido.

Los hechos ocurrieron el sábado en Málaga. Hathout, gerente en Granada de una empresa de comercio exterior, aguardaba en la estación de autobuses cuando vio que un hombre mayor, marroquí, estaba siendo zarandeado por una persona joven. Cuando medió, junto a otras personas, en la disputa, el joven se identificó como policía. Hathout le explicó en árabe a su paisano lo que sucedía y que no tenía por qué resistirse. El hombre fue conducido a una habitación próxima, de la que salió poco después diciendo que lo habían insultado, y que en la habitación había otro marroquí que no hablaba español.

Nouredine Hathout llamó a la puerta para ofrecerse como traductor. Fue entonces cuando salió un agente, que le recriminó que se inmiscuyera en aquel asunto y, después de darle un empujón, le pidió que se identificara. Cuando el joven marroquí protestó por los modales, el policía lo cogió por el pecho y lo puso contra la pared. Después lo metió en la habitación, donde los tres agentes que había allí lo insultaron con frases como 'moro de mierda' o 'vete a tu país'.

Tras cachearlo, los agentes lo acusaron de ser traficante de drogas y lo amenazaron diciéndole que iban a paralizar sus trámites para conseguir la nacionalidad española. Hathout les advirtió de que iba a denunciarlos, a lo que uno de los policías le dijo que ya tenía pendientes '2.500 denuncias y que los abogados y los jueces se la sudaban'. Después se lo llevaron a comisaría.

Allí le denegaron durante una hora el derecho a contactar con un abogado y su petición de ir a un hospital para que lo reconociera un médico. Sólo cuando aparecieron otros agentes pudo ser trasladado a un centro.

El parte médico del centro Carlos Haya constata que Hathout tenía erosiones a ambos lado del cuello y que había sufrido contusiones. De vuelta a la comisaría, Hathout fue nuevamente golpeado. El joven señaló a este diario que incluso intentaron hacer pasar como suya una navaja que no lo era. Finalmente, fue puesto en libertad diez horas después de que se iniciaran los incidentes.

La subdelegación del Gobierno en Málaga dio ayer su versión. Según los policías, éstos estaban identificando a un ciudadano marroquí cuando Hathout intervino y los llamó racistas, informa Ignacio Martínez. Al pedirle que se identificara, el joven golpeó a uno en la cabeza, por lo que procedieron a reducirlo. Después de trasladarlo a comisaria, lo llevaron a un hospital y, posteriormente, otra vez al centro, en donde dijeron que le habían encontrado una navaja. Los policías sostienen que en ningún momento hubo maltrato en la comisaría.