30 años y un día sin el 'Madrid'
Una exposición rememora el diario cerrado y demolido por la dictadura
A base de sacar con vaselina e intencionado disimulo las noticias que más podían doler a la dictadura, porque demolían la fachada de apariencia que quería mantener el 'orden establecido', los periodistas y demás trabajadores del diario Madrid acabaron por producir tal sensación de corrosión al régimen franquista, que éste impuso el cierre del periódico en 1971, sólo cinco años después de que asumiera la presidencia de la empresa editora el catedrático monárquico Rafael Calvo Serer. El último ejemplar salió a la calle el 25 de noviembre, 'hace 30 años y un día', como recordó ayer en irónica referencia a los periodos de condena judicial muy grave Miguel Ángel Aguilar, redactor jefe en su día del Madrid. Lo hizo en la inauguración, anoche, de una exposición conmemorativa del cierre gubernativo del Madrid, cuyos antiguos empleados tienen ahora por sede en el emblemático edificio de El Sol, en la calle Larra de Madrid, donde ocupó despacho José Ortega y Gasset.
Sus periodistas tuvieron que especializarse en la técnica de escribir entre líneas
Entre las más de 300 personas que acudieron ayer a la exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 5 de diciembre, se encontraban numerosos periodistas representativos de los medios de comunicación -entre ellos Guillermo Luca de Tena, presidente de honor de Abc, y Miguel Ángel Gozalo, presidente de Efe y ex subdirector del Madrid-, así como numerosas personalidades, entre ellas el presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga; el ex presidente del Congreso Fernando Álvarez de Miranda; el ex ministro de Asuntos Exteriores José Pedro Pérez Llorca, y los ex directores del Cesid Emilio Alonso Manglano y Javier Calderón. Éstos últimos, militares, formaron parte de la plantilla de prestigiosos colaboradores que, muchas veces bajo pseudónimo, escribieron en el Madrid en favor de una evolución del régimen franquista.
Los periodistas del Madrid tuvieron que especializarse en la técnica de escribir entre líneas y de renunciar al tratamiento escandaloso de las noticias, para conseguir a cambio, de esa manera, que la sociedad llegara a tener conocimiento de los conflictos que la evolución económica iba produciendo por el choque contra la rigidez del régimen político, y que reflejaban una diversidad que contrastaba con el 'orden' que las autoridades trataban de mantener. A pesar de lo cual, el diario sufrió desde finales de mayo de 1968 una suspensión que acabó siendo de cuatro meses, con la excusa formal de un expediente pendiente de resolver y de otro abierto por un artículo de Rafael Calvo Serer titulado Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle, alusivo al deseo de que el general Franco no se perpetuase en la jefatura del Estado y, por tanto, en su autoritarismo.
Flanqueado por Antonio Fontán, director del diario desde 1967 hasta su cierre impuesto, en 1971, Miguel Ángel Aguilar -ex redactor jefe del periódico- identificó ayer la inauguración de la exposición sobre el Madrid 'no como una cita con la nostalgia, sino como la convocatoria para un nuevo proyecto', consistente en la creación de una fundación que sirva para promover tesis doctorales, cursos de tercer ciclo y de especialización en periodismo, y un observatorio de la comunicación. Una iniciativa ésta última concebida para advertir, con credibilidad, sobre los abusos de los medios de comunicación en el ejercicio de su tarea y sobre las ingerencias en la libertad de expresión.
Con motivo de la exposición inaugurada ayer ha sido editado un catálogo de 300 páginas que, tras una dedicatoria del presidente del Gobierno, José María Aznar, incluye artículos de medio centenar de personalidades y de una treintena de periodistas, escritores y editores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.