La llegada estadounidense
La llegada a Israel de la delegación norteamericana, encabezada por el ex general Anthony Zinni y el subsecretario de Estado William Burns, es otro inevitable ejercicio de inutilidad. Por mucha esperanza que se tenga de que Zinni y Burns traigan consigo una fórmula mágica para terminar con el baño de sangre, sería estúpido pensar que van a tener éxito cuando otros antes que ellos, como el ex senador George Mitchell o el director de la CIA, George Tenet, han fracasado sin remisión. (...) Debería estar claro que, después de 14 meses de violencia por parte de los palestinos, es Arafat quien tiene que detener la carnicería. (...) A pesar de haber sido acordados hasta siete altos el fuego en los últimos 14 meses, Arafat no ha logrado mantener ni uno solo. La violencia contra israelíes inocentes ha continuado. (...) Y, como informaban los medios de comunicación israelíes el pasado viernes, la facción de Arafat Al Fatah ha establecido su propia unidad de terroristas suicidas, siguiendo el sendero de sus aliados de Hamás y la Yihad Islámica. (...) Por desgracia, es poco probable que los negociadores norteamericanos consideren la responsabilidad de Arafat y de la Autoridad Palestina, ya que EE UU está intentando aplacar la rabia de árabes y musulmanes respecto a la guerra en Afganistán. (...) Para que la misión de Zinni y Burns tuviera una posibilidad de éxito, deberían concentrar sus energías y su cólera sobre la Autoridad Palestina, y no sobre Israel. Comportarse de otra manera significaría recompensar al terrorismo con beneficios políticos y diplomáticos. (...)
Jerusalén, 26 de noviembre
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