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Diez claves de Tablada

Una decena de respuestas sirve de guía para un recorrido por la agitada trayectoria de la dehesa en los últimos cuatro años

Las cajas con sede en Sevilla, El Monte y San Fernando, acaban de cerrar una operación de venta de los terrenos que adquirieron en 1997 en la dehesa de Tablada por, aproximadamente, 13.600 millones de pesetas, que les va a reportar unas plusvalías de más de 4.000 millones. El aparente éxito económico de la operación esconde la paralización indefinida de un ambicioso proyecto urbanístico que las entidades diseñaron en 1998: una nueva ciudad de 50.000 habitantes. La respuesta a las cuestiones que han ido jalonando el frustrado desarrollo del proyecto ilustran la historia de la mayor bolsa de suelo de Sevilla cuyo futuro, recién puesto en manos de un grupo de promotoras inmobiliarias y condicionado al anuncio de expropiación del Ayuntamiento, aún es incierto.

- ¿Qué es Tablada? El área delimitada por el Ayuntamiento de Sevilla para la expropiación, una superficie de 356,8 hectáreas, se corresponde básicamente con los terrenos que, en su día, acogieron el aeródromo militar de Tablada: una dehesa ribereña del Guadalquivir, al sur de la ciudad, calificada urbanísticamente como rústica y no urbanizable y amenazada de inundación en caso de una gran crecida del río. Los terrenos de Tablada pertenecían históricamente a la ciudad de Sevilla; eran una dehesa donde pastaba el ganado que luego se sacrificaba en el matadero. A principios del siglo XX se instala allí un aeródromo militar (1917) y más tarde, en 1923, la principal base aérea del Sur de España.

- ¿Por qué vendió el Estado? Perdida su función militar, el Ministerio de Defensa, a cuyos antecesores fueron cedidos los terrenos por la ciudad, los saca a pública subasta en 1997, para adjudicarlos al mejor postor. Defensa actuó como un particular más, que busca obtener el mejor precio, en lugar de devolverlo a su antiguo propietario, la ciudad.

- ¿Cuánto dinero pagaron las cajas de ahorros por Tablada? Las cajas abonaron unos 5.000 millones de pesetas por los terrenos que eran propiedad de Defensa. Además, entre la compra de los derechos de reversión de los antiguos propietarios y la adquisición de otras fincas aledañas, el coste final de la operación para las cajas superó los 9.000 millones.

- ¿Qué querían hacer con los terrenos? Una pequeña ciudad de 350 hectáreas en la que vivirían unas 50.000 personas en 15.000 viviendas y dotada de servicios esenciales, como polideportivos, escuelas o centros sanitarios.

- ¿Qué riesgos asumían las cajas con la operación urbanística? El Banco de España advirtió en 1999 a las entidades de que la adquisición de los terrenos del antiguo aeródromo militar era una operación 'de alto riesgo', 'muy especulativa' y ajena a la política bancaria. La opinión que la institución sigue en estos temas es conservadora: las cajas deben ceñirse a comprar y vender dinero.

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- ¿Por qué firma el Ayuntamiento un convenio urbanístico con las cajas sobre Tablada? Urbanismo firma un convenio en enero de 1999 con Consorcio Tablada SA (sociedad propietaria del 90% de los terrenos y participada al 95% por las cajas). Este convenio, auspiciado por el andalucista Alejandro Rojas-Marcos, persigue 'facilitar la ordenación, gestión y ejecución urbanística' de los terrenos ya que estos 'podrían reunir las condiciones necesarias para su clasificación como urbanizables'.

- ¿Por qué se anuncia ahora la expropiación? El actual delegado municipal de Urbanismo, el también andalucista Rafael Carmona, ha reconocido, en reducidos círculos, que su partido achaca la pérdida de votos de las últimas elecciones a la política urbanística desarrollada en anteriores mandatos, plagada de recalificaciones, subastas de suelo y operaciones sospechosas de especulación. La decisión de obviar el convenio con las cajas y anunciar la expropiación para dedicar los terrenos a un gran sistema de espacios libres (zonas verdes, instalaciones deportivas o un parque tecnológico) responde a un giro en la política andalucista hacia una orientación más social. Aún así, Carmona nunca ha descartado la posibilidad de que parte de los terrenos, los no inundables, puedan acoger una zona residencial tipo ciudad jardín.

- ¿Por qué no ha arrancado aún la expropiación? Urbanismo confía en que el proceso técnico arranque en la primavera de 2002, coincidiendo con la publicación del avance del PGOU, el primer documento importante de la revisión del planeamiento. Ahora, una vez aprobada en Pleno la delimitación de las 356,8 hectáreas a expropiar, Urbanismo prepara la documentación para la expropiación.

- ¿Por qué venden las cajas los terrenos de Tablada? El portavoz de IU en Sevilla, Luis Pizarro, ironiza con 'el plan de jubilación' que se preparan Benjumea y Beneroso con los 4.000 millones de pesetas de plusvalías de la operación. Chanzas aparte, la venta deja dos o tres beneficios claros: El Monte y San Fernando sanean sus cuentas a menos de un mes de la llegada de las nuevas direcciones, se libran de los riesgos señalados por el Banco de España y sus presidentes dejan en las entidades un aparente sello de buena gestión.

- ¿Qué buscan las promotoras inmobiliarias que compran? Aparentemente, resulta difícil imaginar cómo podrán recuperar las empresas compradoras los cerca de 14.000 millones invertidos con la gestión de unos terrenos que son rústicos, inundables y advertidos de una inminente expropiación. La única expectativa de negocio es que las inmobiliarias construyan en la zona de Tablada no inundable, si el Ayuntamiento accede a ceder esa parte (alrededor del 30%) una vez recalificada a cambio de obtener el resto del terreno. Entonces, el resultado de la operación dependería de la edificabilidad que se concediese a esos terrenos y de acoger viviendas de mucha calidad para compensar la inversión.

Los silencios del alcalde

El proceso de venta de los terrenos que poseían El Monte y Caja San Fernando en la dehesa de Tablada es una operación urbanística de gran importancia municipal. Sin embargo, no se puede esconder la repercusión que estos movimientos tienen en la polémica política por el proceso de renovación de cargos en ambas entidades, actualmente en su apogeo y que podría provocar que ninguno de los actuales presidentes, Isidoro Beneroso y Juan Manuel López Benjumea, conserve su cargo dentro de un mes.Sólo en esa clave política puede justificarse que el alcalde de Sevilla, y miembro del Consejo de Administración de San Fernando, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, haya guardado un inexplicable silencio durante la pasada semana ante la confirmación de la enajenación de los terrenos de la dehesa.Cuando en ocasiones anteriores el alcalde se pronunció, tanto en su condición de edil como en la de consejero, tomó decisiones que generaron agrias polémicas. En cumplimiento de la opinión del PSOE de Sevilla y de varios acuerdos adoptados por el Pleno del Ayuntamiento, y en contra de la de la dirección regional socialista y de la consejera de Economía, Magdalena Álvarez, Monteseirín votó el 15 de mayo de este año a favor del proyecto de fusión propuesto por los presidentes de El Monte y San Fernando. La unión de ambas entidades financieras llegó incluso a tener nombre, AlCaja, y logotipo propio. Monteseirín presentó, triunfalmente, el inicio de la fusión en el Ayuntamiento, junto a Beneroso y Benjumea. El proceso de fusión impulsado por los presidentes suponía la paralización de la renovación de cargos, lo que permitía a ambos conservar sus puestos. La Junta montó en cólera y, al poco tiempo, los consejeros socialistas de las cajas, Monteseirín incluido, revocaron el acuerdo anterior. El PP calificó entonces al alcalde de 'traidor y cobarde'. Ahora, ante la mayor operación urbanística en Sevilla desde la Expo 92 y a punto de concluir la renovación de cargos en las cajas, Monteseirín guarda silencio.

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