Las mujeres exigen participar en la reurbanización de Bilbao La Vieja
La Coordinadora de Grupos por la rehabilitación de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala celebró recientemente un seminario para demandar la participación de las mujeres en la urbanización de las ciudades. Los planes de rehabilitación urbanística de estos desfavorecidos barrios bilbaínos aún no han llegado y por sus calles se mezclan cualquier mañana un variopinto espectro de paseantes sin destino y mujeres que llevan decenas de años repitiendo a diario la ceremonia de la compra. Arrastran bolsas por aceras insuficientemente espaciosas y el transporte público no pasa por el lugar.
Sin embargo, sus necesidades no son contempladas en el diseño urbanístico. La coordinadora ha querido llamar la atención sobre esta realidad con el seminario Nuestros barrios con mirada de mujer. 'La voz de las mujeres o el aire que respiramos queremos que sea más sano e igualatorio', dicen las organizadoras.
El seminario ha estado acompañado de una exposición formada por una treintena de fotografías realizadas por Teresa Herrero Zubiaur, y otras por mujeres de los barrios. Son imágenes nostálgicas sobre el monte Miribilla, la última zona minera de Bilbao. Un texto recuerda que los mineros cobraban 15 pesetas por cada tres vagones cargados y que los túneles escondieron a las monjas de la Concepción durante la guerra civil. El desaparecido barrio ya sólo está en la memoria de los residentes de más edad. Actualmente, sobre las antiguas minas se levantan 4.000 viviendas.
Repensar la ciudad
'Las necesidades de las mujeres deben ser contempladas pues somos nosotras quienes realizamos múltiples trabajos que tienen como objetivo, entre otras funciones, el cuidado de la vida humana y su entorno por lo que urge repensar la ciudad y nuestros barrios utilizando otra mirada, la nuestra', señalan las organizadoras. Las promotoras de la iniciativa dicen que la experiencia femenina está condicionada no sólo por las diferencias en la división sexual del trabajo sino por las de acceso a las decisiones y al control de los recursos.
Las mujeres quieren participar en los planes y no ser testigos mudas. Por eso, la respuesta al seminario ha sido buena. Casi un centenar de asistentes, en su mayoría mujeres, atendió las ponencias y comunicaciones sobre cómo impacta en las mujeres la rehabilitación de los barrios desfavorecidos así como su visión crítica sobre el espacio urbano.
Si el objetivo del urbanismo y de la rehabilitación urbanística es garantizar una vida adecuada y de calidad es evidente que para ello es preciso analizar y conocer los problemas de todos los afectados, señalaron. 'Los nuevos problemas de las ciudades y de sus barrios requieren nuevas formas de gestión y sobre todo participación e implicación de los ciudadanos y ciudadanas partiendo del reconocimiento de las diferencias', justifican las organizadoras.
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