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Propuestas para una nueva España

El PSOE quiere superar el maniqueísmo en la visión del Estado

El modelo de España de los socialistas no contrapone unidad y diversidad. Por el contrario, cree que son dos términos que se complementan y que en esa síntesis está la fórmula para contrarrestar el maniqueismo de quienes quieren 'salvar a España' o 'independizarse de ella' . Éstas son algunas de las propuestas más novedosas:

El patriotismo no es cuestión de orgullo

El secretario de Libertades Públicas y Política Autonómica, Juan Fernando López Aguilar, dice que no puede evitar sentir un escalofrío cuando escucha decir a María San Gil, la encargada, junto con el ministro Josep Piqué, de redactar la ponencia sobre patriotismo constitucional en el próximo congreso del PP, que para ella este patriotismo es sinónimo del 'orgullo de ser español'. Comenta López Aguilar que ideas como ésta le ratifican en su convencimiento de que el PP nunca ha entendido la España de las Autonomías, ni la comparte, ni admite 'la dirección del futuro'. Como mucho, 'la ha soportado'. Llegados a este punto, dicen en el PSOE que hay que perder el miedo a las palabras, y que si, 23 años después, la España de las Autonomías da paso a la España federal, el PSOE lo asume sin complejos. El patriotismo, en este contexto, no puede ser cuestión de orgullo. 'Basta con que estemos libres y cómodos'. Basta, añade, con poner fin a 'la tensión y desconfianza mutua que han creado los partidos nacionalistas, siempre defendiéndose del Estado, y el PP, estancado en el inmovilismo'.

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Un Senado muy diferente

La reforma del Senado que propone el PSOE sólo mantiene del actual el número de senadores, 257. El resto, desde la elección de los senadores hasta el idioma -los cuatro serían oficiales-, y sobre todo las competencias, variaría sustancialmente. La mitad de los senadores se elegiría en las elecciones autonómicas, a razón de tres por provincia -uno menos que ahora- y cada elector sólo votaría a dos candidatos, que ya no estarían ordenados por orden alfabético. La experiencia demuestra que con el sistema actual favorece a los candidatos cuyos apellidos comienzan con las primeras letras del alfabeto. Para el PSOE se trata de 'una perversión' a corregir. La otra mitad de los senadores la elegirían los Parlamentos autonómicos.

Los presidentes de cada comunidad tendrían la misma consideración que los ministros, con la diferencia de que nunca se someterían a control de los senadores.

El Senado dejaría de ser la Cámara de la segunda lectura. Actuaría como foro legislativo único en las leyes referidas a los estatutos de autonomía, a las competencias transferidas, a su financiación y a la armonización de normas entre comunidades. Las iniciativas legislativas de los Parlamentos autonómicos se remitirían al Senado en lugar de al Congreso. El actual derecho de veto de la Cámara alta, que no se ha utilizado nunca y que el Congreso puede invalidar transcurridos dos meses, se sustituiría por una enmienda con texto alternativo. En caso de conflicto entre ambas Cámaras, una comisión mixta que reflejara la mayoría del Congreso dirimiría las diferencias.

El nuevo Senado sería sede de las reuniones institucionales entre el presidente del Gobierno y los autonómicos. Las reuniones tendrían calendario fijo y carácter institucional. De esta forma se evitaría, en opinión de los socialistas, que Aznar 'sólo reciba en La Moncloa a los presidentes del PP y margine a los demás'. También sería la sede permanente del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Un Grupo Territorial protegería los 'hechos diferenciales' frente a leyes o proyectos que pudieran 'amenazarlos', y sus miembros estarían legitimados para interponer recursos de inconstitucionalidad. La Oficina de Asuntos Financieros aglutinaría los datos presupuestarios y estadísticos de cada comunidad para poner fin a la actual 'falta de perspectiva global' y serviría también como base para paliar -o al menos intentarlo- los desequilibrios territoriales.

Cooperación por ley según el modelo alemán

Las actuales Conferencias Sectoriales no funcionan, a juicio del PSOE: 'El ministro tiene manos libres y los consejeros no adquieren compromisos', sus órdenes del día son 'inocuos', su periodicidad 'incierta' y sus acuerdos, 'inexistentes'. Para poner orden, un ejemplo es de nuevo Alemania, cuya Ley Fundamental de Bonn fija las 'tareas comunes' de los länder.

Voz propia en la UE

Un representante de las comunidades autónomas -elegido en el Senado- se incorporaría a la delegación española ante el Consejo de Ministros, con 'capacidad plena' cuando se aborden competencias legislativas exclusivas de las comunidades autónomas; 'intervenir' si se trata de competencias compartidas y 'consultar' cuando el máximo órgano de decisión de la UE aborde cuestiones de competencia exclusiva del Estado. En todos los casos, el presidente de la delegación española sería un representante del Gobierno.

El PSOE proponen también el reconocimiento pleno de la actividad de la oficinas de las comunidades autónomas en el exterior -no sólo en Bruselas- para promover sus intereses económicos, turísticos, lingüísticos y culturales.

El Estado tiene 'sustancia'

'El Estado no es ningún poder represivo' ni 'una autoridad sin sustancia'. Más bien ocupa 'un espacio democrático donde ejercer libertades y corregir desigualdades'. Y en él caben todas sus culturas. Sólo 'conociéndolas y comprendiéndolas', incluso desde planes comunes de enseñanza, se logrará un concepto de España que transcienda la resignación a 'compartir un ámbito geográfico'.

Más transferencias

Para los socialistas, la ausencia de una delimitación clara sobre lo que corresponde a cada administración es una fuente permanente de conflictos, con el efecto 'pésimo' de transmitir la idea de que los partidos nacionalistas son los únicos capaces de evitar que el Estado escamotee lo transferido.

Este panorama confuso hace posible, añaden, que el Gobierno 'jamás asuma la parte de culpa que le corresponde en problemas como el de las vacas locas o el fraude del lino. 'El Gobierno siempre sacude su responsabilidad entre la UE y las comunidades'. Por ello proponen una mayor claridad sobre el alcance de materias ya transferidas -citan como ejemplos los museos, achivos y bibliotecas; carreteras; ferrocarriles; puertos o cuencas hidrográficas- y recuerdan las pendientes: empleo, justicia e Insalud. La solución pasa por firmar un nuevo acuerdo con el Gobierno que delimite las responsabilidades de cada uno y fije un calendario para el traspaso de competencias, su coste y financiación.

Alcaldes por elección directa

La propuesta de desarrollo federal del PSOE no afecta sólo al sistema autonómico. También se refiere al ámbito municipal. Apuestan por la elección directa de los alcaldes y un replanteamiento de la financiación de los ayuntamientos.

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