Obras Públicas invertirá 163.000 millones hasta 2008 en depuradoras y reutilización de aguas
El Consell obligará a los promotores a construir colectores antes de aprobar un proyecto
El consejero explicó que el I Plan de Saneamiento y Depuración concluye con 344 depuradoras construidas y el tratamiento de 367 hectómetros cúbicos anuales a unos rendimientos superiores a los que exige las normativas europeas. Y como ejemplo del éxito de los últimos años explicó que si en 1993 se obtenían 90.000 toneladas de lodos de depuración en 2000 se multiplicó la cifra por cuatro: 380.000 toneladas.
Sin embargo explicó que desde aquel año han cambiado los criterios. Por ejemplo, cuando se construyó la depuradora de Pinedo el objetivo era limpiar las aguas residuales y verterlas mediante un emisario al mar con la calidad suficiente para no contaminar. Sin embargo, ahora se están invirtiendo 7.000 millones de pesetas para depurar mejor todavía (con un tratamiento terciario) y lograr reutilizar 100 hectómetros cúbicos anuales en regadíos y aportes a L'Albufera. Y si bien explicó que en los últimos años ya se han hecho obras bajo esta nueva filosofía, es el II Plan de Saneamiento y Depuración el que permitirá completar el mapa autonómico bajo el nuevo prisma.
Los 163.648 millones de pesetas previstos serán sufragados por la Generalitat en un 55% (90.006 millones), por el Estado, directamente y con los Fondos Europeos, en un 20% (32.730) y por las entidades locales y nuevos usuarios en un 25% (40.912 millones). El aporte de recursos privados es fundamental ya que entre los 28.661 millones de pesetas previstos para construir colectores se incluye la obligación de los promotores a sufragar la construcción de la conexión de las nuevas urbanizaciones a las depuradoras del municipio. García Antón dejo claro que las urbanizaciones aisladas están obligadas a construir colectores y que no se autorizarán nuevas urbanizaciones si no se garantiza la depuración.
El plan prevé invertir el 41,3% de las partidas (67.575 millones) en ampliar, modernizar o construir nuevas plantas. También gastrá 7.778 millones (el 4,8%) en mejorar el tratamiento de los nutrientes y otros 16.080 millones (el 9,8%) en tratar los fangos de depuración. Así, además de las cuatro plantas de tratamiento existentes -Calles (que trata 30.000 toneladas anuales), Pinedo (20.000), Ibi (5.000) y Aspe (7.000)- habrá que construir otras 10: La Plana (15.000), Marina Alta (15.000), Guardamar (20.000), Pilar de la Horadada (15.000), estas cuatro de compostaje), y Castellón (50.000), Pinedo (80.000), Quart (80.000), Cuenca de Albaida (30.000), Alcoy (8.000) y Alicante (67.000), con secado térmico de lodos.
'Cambio espectacular' en el Segura
El consejero José Ramón García Antón explicó ayer que en enero 'el río Segura va a dar un cambio espectacular'. Así, si a principios de diciembre la consejería va a poner a pleno rendimiento todas las depuradoras valencianas del río, explicó que en Murcia la conexión de los grandes colectores que faltaban (el 70% del agua de la ciudad) a la depuradora de la capital eliminará de golpe el 40% de la contaminación del río. Esta medida, que excede las competencias territoriales del Consell, junto a la puesta en funcionamiento de los tratamientos físico-químicos en la depuradora de Lorca y la mejora de la de Santomera, tendrán ya en enero, a juicio de García Antón, unos efectos inmediatos. Luego, con las 'inversiones muy serias y muy importantes' que se están haciendo en la Región de Murcia, sólo faltará inaugurar seis o siete depuradoras más para solventar el problema. Como muestra de la confianza del consejero en la mejora de la calidad de los ríos, García Antón puso como ejemplo el Magro a su paso por Requena. Reconoció que hace dos años el río era motivo de una investigación por delito ecológico. Sin embargo, la escena cambió cuando hace poco se inauguró allí unas obras. Según dijo: 'Se veía perfectamente el fondo, las ranas saltaban en la orilla y un señor cogía un cangrejo... y nada de eso lo llevamos nosotros, estaban en el río'. Bajo estas premisas, de sus palabras se desprende que pronto se verá el fondo del río Segura y que las ranas croarán felices en sus orillas.
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