_
_
_
_
Tribuna:LA POLÍTICA CULTURAL
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Proyección exterior y subsistencia local

Un horizonte de esperanza para todos los profesionales valencianos se abría hace pocos meses cuando la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, presentaba el borrador de una Ley de las Artes Escénicas. Esta iniciativa fue apoyada desde un principio por todo el sector, porque consideramos que podía ser un instrumento válido para reorientar la política escénica en nuestra Comunidad y renovar sus estructuras, adaptándolas a una nueva realidad.

Con esta convicción participamos activamente en la Mesa de Negociación de las Artes Escénicas. Las sesiones de trabajo duraron más de cuatro meses y analizamos de manera individualizada todos aquellos temas trascendentes para el conjunto de la escena valenciana. El resultado de todos aquellos debates se reunió en un documento final presentado el día 12 de julio al Consejo Rector de Teatres de la Generalitat Valenciana, donde la subsecretaria de Promoción Cultural, los responsables de Teatres y los representantes de Avetid, Actors i Actrius Valencians y los profesionales de la Danza consideramos que las conclusiones de la Mesa de Negociación eran el único referente válido para plantear cualquier alternativa de futuro. Este mismo documento contenía una expresa voluntad por parte de Teatres de emprender una serie de actuaciones inmediatas y considerar otras actuaciones a medio y largo plazo.

Esta atmósfera de racionalidad, diálogo y cooperación se esfumó en unos minutos el pasado día 5 de noviembre cuando Consuelo Ciscar irrumpió en el último Consejo Rector con una propuesta de presupuestos para 2002 que no permite articular ninguna de las iniciativas presentadas en la Mesa de Negociación. Toda aquellas partidas que inciden de una manera directa sobre producción, exhibición, Circuit Teatral Valencià y Orden de Ayudas aumentan de manera ridícula o se congelan. Y, sobre todo, se esfuma el gran compromiso adquirido por la señora Císcar de aprobar este año la Ley de Artes Escénicas. Por todo ello, no podemos más que calificar esta propuesta de una trampa y un grave atentado contra la dignidad profesional de los que trabajamos en el ámbito de las artes escénicas. Los argumentos que la subsecretaria esgrimió para justificar unos presupuestos tan escasos remitían a las restricciones que la Consejería de Hacienda había impuesto para el año próximo. Ante el exhibicionismo cultural y el derroche económico que ha desplegado esta Subsecretaría este año deducimos que las restricciones se aplican sólo en función de los objetivos. El coste del espectáculo Las Troyanas ha superado los 390 millones de pesetas mientras que el presupuesto total de 2002 para la totalidad de los profesionales valencianos no llega a los 220 millones. ¿De qué restricciones hablamos? Está claro que sólo de aquéllas que se aplican a los proyectos que se escapan de la política caprichosa de la señora Ciscar.

Y queremos aprovechar este escrito para convertirlo en una carta abierta donde contrastar algunas de las declaraciones que la Subsecretaria ha publicado recientemente sobre el modelo de política cultural que quiere potenciar.

Digamos, en primer lugar, que algunas de las reflexiones publicas nos parecen impropias de una responsable política que trabaja en un ámbito de actuación valenciano. De otro lado, incurre en graves contradicciones que sería necesario clarificar y, a menudo, justifica la realidad actual distorsionando de una manera evidente la perspectiva histórica.

La eclosión cultural de la Comunidad Valenciana se asienta, según usted, sobre la exploración de los valores artísticos, la internacionalización de estos valores y la extensión a la sociedad civil. Nos parece, señora Ciscar, que la misma palabra exploración supone buscar valores nuevos, jóvenes, en proceso de consolidación. Los valores que usted ha empezado a proyectar internacionalmente son Calatrava, Vangelis o Irene Papas. ¿No será que usted se aprovecha de estos valores, de sobra consolidados, para proyectarse en un ámbito internacional? De otro lado, cuando usted diseña una exhibición de Las Troyanas en Sagunto que limita el aforo a un total de 5.000 personas o exige una acreditación para acceder al acto de inauguración de la Bienal, ¿está subscribiendo las palabras del presidente Zaplana cuando afirma que el gran objetivo es alcanzar una sociedad donde la cultura sea un hecho asumido por la totalidad de los ciudadanos? En otro momento usted intenta comparar la política cultural valenciana con algunas manifestaciones de la antigua Grecia o del Renacimiento italiano. Además de constatar una perspectiva histórica del todo desenfocada, le aseguramos la sociedad civil del siglo XXI de la cual formamos parte, tiene capacidad y libertad suficiente para cuestionar y denunciar las actuaciones de sus políticos. Y continuamos con sus reflexiones... el paralelismo con Barcelona 92 también resulta insostenible. Los Juegos Olímpicos, a pesar de ser un acontecimiento deportivo, desplegaron un calendario vastísimo de actos culturales, diseñados por una amplia base social y profesional catalana, que aseguró, en gran medida, su repercusión social y también la proyección internacional.

Señora Ciscar, rechazamos su propuesta de presupuestos para el año 2002 y también el substrato ideológico que los sustenta. No nos sentimos protagonistas de la política cultural que usted diseña, sólo destinatarios subsidiarios. Queremos desarrollar todo nuestro potencial creativo y artístico y la atención que usted nos presta cubre la pura subsistencia.

Por todo eso, comenzamos una etapa de movilizaciones con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre la precariedad en que se encuentra el actual sector de las Artes Escénicas y denunciar el incumplimiento de todos los compromisos que usted ha adquirido. Realizaremos una serie de acciones contundentes de protesta para que reconsidere de manera inmediata la política sobre teatro y danza que lleva a cabo la Subsecretaría de Promoción Cultural.Un horizonte de esperanza para todos los profesionales valencianos se abría hace pocos meses cuando la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, presentaba el borrador de una Ley de las Artes Escénicas. Esta iniciativa fue apoyada desde un principio por todo el sector, porque consideramos que podía ser un instrumento válido para reorientar la política escénica en nuestra Comunidad y renovar sus estructuras, adaptándolas a una nueva realidad.

Con esta convicción participamos activamente en la Mesa de Negociación de las Artes Escénicas. Las sesiones de trabajo duraron más de cuatro meses y analizamos de manera individualizada todos aquellos temas trascendentes para el conjunto de la escena valenciana. El resultado de todos aquellos debates se reunió en un documento final presentado el día 12 de julio al Consejo Rector de Teatres de la Generalitat Valenciana, donde la subsecretaria de Promoción Cultural, los responsables de Teatres y los representantes de Avetid, Actors i Actrius Valencians y los profesionales de la Danza consideramos que las conclusiones de la Mesa de Negociación eran el único referente válido para plantear cualquier alternativa de futuro. Este mismo documento contenía una expresa voluntad por parte de Teatres de emprender una serie de actuaciones inmediatas y considerar otras actuaciones a medio y largo plazo.

Esta atmósfera de racionalidad, diálogo y cooperación se esfumó en unos minutos el pasado día 5 de noviembre cuando Consuelo Ciscar irrumpió en el último Consejo Rector con una propuesta de presupuestos para 2002 que no permite articular ninguna de las iniciativas presentadas en la Mesa de Negociación. Toda aquellas partidas que inciden de una manera directa sobre producción, exhibición, Circuit Teatral Valencià y Orden de Ayudas aumentan de manera ridícula o se congelan. Y, sobre todo, se esfuma el gran compromiso adquirido por la señora Císcar de aprobar este año la Ley de Artes Escénicas. Por todo ello, no podemos más que calificar esta propuesta de una trampa y un grave atentado contra la dignidad profesional de los que trabajamos en el ámbito de las artes escénicas. Los argumentos que la subsecretaria esgrimió para justificar unos presupuestos tan escasos remitían a las restricciones que la Consejería de Hacienda había impuesto para el año próximo. Ante el exhibicionismo cultural y el derroche económico que ha desplegado esta Subsecretaría este año deducimos que las restricciones se aplican sólo en función de los objetivos. El coste del espectáculo Las Troyanas ha superado los 390 millones de pesetas mientras que el presupuesto total de 2002 para la totalidad de los profesionales valencianos no llega a los 220 millones. ¿De qué restricciones hablamos? Está claro que sólo de aquéllas que se aplican a los proyectos que se escapan de la política caprichosa de la señora Ciscar.

Y queremos aprovechar este escrito para convertirlo en una carta abierta donde contrastar algunas de las declaraciones que la Subsecretaria ha publicado recientemente sobre el modelo de política cultural que quiere potenciar.

Digamos, en primer lugar, que algunas de las reflexiones publicas nos parecen impropias de una responsable política que trabaja en un ámbito de actuación valenciano. De otro lado, incurre en graves contradicciones que sería necesario clarificar y, a menudo, justifica la realidad actual distorsionando de una manera evidente la perspectiva histórica.

La eclosión cultural de la Comunidad Valenciana se asienta, según usted, sobre la exploración de los valores artísticos, la internacionalización de estos valores y la extensión a la sociedad civil. Nos parece, señora Ciscar, que la misma palabra exploración supone buscar valores nuevos, jóvenes, en proceso de consolidación. Los valores que usted ha empezado a proyectar internacionalmente son Calatrava, Vangelis o Irene Papas. ¿No será que usted se aprovecha de estos valores, de sobra consolidados, para proyectarse en un ámbito internacional? De otro lado, cuando usted diseña una exhibición de Las Troyanas en Sagunto que limita el aforo a un total de 5.000 personas o exige una acreditación para acceder al acto de inauguración de la Bienal, ¿está subscribiendo las palabras del presidente Zaplana cuando afirma que el gran objetivo es alcanzar una sociedad donde la cultura sea un hecho asumido por la totalidad de los ciudadanos? En otro momento usted intenta comparar la política cultural valenciana con algunas manifestaciones de la antigua Grecia o del Renacimiento italiano. Además de constatar una perspectiva histórica del todo desenfocada, le aseguramos la sociedad civil del siglo XXI de la cual formamos parte, tiene capacidad y libertad suficiente para cuestionar y denunciar las actuaciones de sus políticos. Y continuamos con sus reflexiones... el paralelismo con Barcelona 92 también resulta insostenible. Los Juegos Olímpicos, a pesar de ser un acontecimiento deportivo, desplegaron un calendario vastísimo de actos culturales, diseñados por una amplia base social y profesional catalana, que aseguró, en gran medida, su repercusión social y también la proyección internacional.

Señora Ciscar, rechazamos su propuesta de presupuestos para el año 2002 y también el substrato ideológico que los sustenta. No nos sentimos protagonistas de la política cultural que usted diseña, sólo destinatarios subsidiarios. Queremos desarrollar todo nuestro potencial creativo y artístico y la atención que usted nos presta cubre la pura subsistencia.

Por todo eso, comenzamos una etapa de movilizaciones con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre la precariedad en que se encuentra el actual sector de las Artes Escénicas y denunciar el incumplimiento de todos los compromisos que usted ha adquirido. Realizaremos una serie de acciones contundentes de protesta para que reconsidere de manera inmediata la política sobre teatro y danza que lleva a cabo la Subsecretaría de Promoción Cultural.

Francesc Jiménez, en representación de AVETID (Associació Valenciana d'Empreses de Teatre i Dansa) y AAPV (Associació d'actors i actrius del País Valencià).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_