CC OO afirma que la Administración ha reducido ayudas a la vivienda social
La central critica a la Generalitat
El sindicato CC OO critica a las administraciones la caída de las promociones de viviendas sociales en los últimos años, especialmente llamativa por tratarse de ejercicios en los que el sector de la construcción ha tenido gran auge. Para ilustrar su afirmación, el sindicato da un dato: de los 46.309 pisos iniciados en Cataluña en 1995 el 47,47% tenía algún tipo de ayuda pública, mientras que cinco años después, de las 74.626 viviendas levantadas sólo el 7,34% eran protegidas.
En el estudio, presentado por el sindicato en el marco de las jornadas sobre La vivienda, un derecho de ciudadanía, celebradas ayer en Barcelona, se enumeran propuestas para paliar la escasa oferta de viviendas sociales que pasan por fomentar fiscalmente la entrada en el mercado de alquiler de los 70.000 pisos vacíos censados en Barcelona. Los sindicalistas criticaron el proyecto de Plan Nacional de la Vivienda para 2002-2005 porque creen que tampoco facilitará el acceso a la vivienda de amplios sectores de la sociedad y aún menos de colectivos cada vez más numerosos con riesgo de exclusión: mujeres al frente de familias monoparentales, ancianos con alguna minusvalía e inmigrantes.
Varapalo a los ayuntamientos
La creación de un parque público de viviendas de alquiler y condicionar las ayudas a la rehabilitación de fincas vacías a su posterior salida al mercado son alternativas que Comisiones propone a las administraciones, a las que anima a desarrollar políticas de vivienda propias. El sindicato recrimina al Gobierno de la Generalitat que se limite a administrar los recursos procedentes del Plan Nacional de la Vivienda en lugar de hacer un mayor esfuerzo presupuestario para el territorio catalán.
Los ayuntamientos tampoco se libraron del varapalo. 'La ley debería prohibir que las corporaciones locales subasten el 10% del terreno que les ha correspondido en algún plan urbanístico', dijo Jordi Llorens, de la secretaría de Política Social de CC OO. Tampoco gusta a los sindicalistas que la carga impositiva de las tasas que gravan los permisos municipales sea la misma para promociones de vivienda social que para las de alto nivel.
La discusión en el Parlament de la Ley de Urbanismo de Cataluña y del futuro Plan de la Vivienda 2002-2005 puede ser la ocasión para dotarse de instrumentos más eficaces para la coordinación de las administraciones y la búsqueda de estrategias fiscales que favorezcan a las familias que más lo necesiten. Las ayudas, dijo Llorens, no pueden reducirse a los pisos en propiedad, a los que no todos pueden acceder. Aunque la cultura de la propiedad está muy arraigada entre la población, los altos precios aconsejan fomentar el mercado de alquiler, que además evita que se desocupen los núcleos históricos de muchas poblaciones. El sindicato, además, alerta contra el barraquismo vertical, que se da en fincas sin condiciones de habitabilidad abandonadas por sus dueños.
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