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Reportaje:

17 años para hacer un velódromo

El Ayuntamiento de Trapagaran terminará de pagar la instalación tras una inversión de 240 millones

El túnel parece haber encontrado por fin la luz y los vecinos de Trapagaran dispondrán en los próximos meses de su velódromo. Pero para ello han tenido que transcurrir 17 años con un sinfín de problemas: cimentación del suelo, discrepancias entre arquitectos o los recelos entre la Diputación vizcaína y el Ayuntamiento. Las distintas partes (el equipo de gobierno municipal, la oposición, la Diputación) coinciden en culpar a la desidia, aunque siempre es la del otro. Lo singular de esta tardanza de casi dos décadas es que no es un gran proyecto: su coste final rondará los 275 millones de pesetas.

La construcción del velódromo de Trapagaran se remonta a 1983, cuando la Diputación diseña la creación de sendas instalaciones de estas características en este municipio, Zalla y Berriz. Éstas dos últimas se construyen sin problemas, pero en la de Trapagaran, cuyas obras empiezan en 1985, no se pasa de los trabajos de cimentación. 'Con lo que costaron los de Zalla y Berriz, 40 millones, sólo pudimos hacer la cimentación', recuerda el concejal de Urbanismo, Ernesto Gallejones (PSE). Sin dinero y con bastante dejadez, el proyecto quedó parado durante diez años, hasta que la Diputación aportó otros 200 millones para relanzar la obra. Los trabajos se reiniciaron en 1996 y se prolongaron hasta 1998, la fecha del último parón.

Entonces apenas quedaban obras por valor de 35 millones (equipamiento de los vestuarios o accesos), pero la maldición sobre el velódromo prosiguió. Ahora el problema era la disputa entre el Ayuntamiento y la Diputación sobre quién se encargaba de la gestión y el mantenimiento de las instalaciones. 'Nosotros podíamos haber terminado las obras porque disponíamos del dinero, pero este velódromo va a dar servicio a todo el área metropolitana, va a tener un carácter mancomunado y no queremos que todo recaiga en el municipio', dice Gallejones.

Luis Solar, director de Deportes de la Diputación, recuerda: 'Los 240 millones invertidos los ha puesto la Diputación. Nosotros financiamos instalaciones deportivas, pero luego no somos los propietarios. La gestión tiene que ser municipal'.

Iñigo Etxezarraga, edil del PNV, asegura rotundo que el retraso de estos 17 años se debe a 'la desidia del Ayuntamiento. No se ha hecho porque no sabían que salida darle. Nosotros podemos tener parte de culpa, porque estuvimos cuatro años en la alcaldía, pero el PSE tendrá también su responsabilidad. El problema es que todo está en el aire y no hay un proyecto de gestión'. Pilar Souto, concejal de Cultura del PSE, tiene claro que la demora se ha debido a la 'dejadez de la Diputación'. 'He estado llamando desde febrero a Luis Solar para que terminaran las obras y se fijara la gestión', agrega.

Finalmente, hace dos semanas el Ayuntamiento ha decidido asumir los 35 millones pendientes y que la gestión recaiga en el club ciclista local. Si no hay nuevos contratiempos, en unos meses, Trapagaran tendrá velódromo. 17 años después.

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Vista del velódromo de Trapagaran.
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