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Una anciana, quinta víctima mortal del ántrax en Estados Unidos

Es otro misterio. Nadie acierta a adivinar cómo una viuda de 94 años que vivía en un pueblo de Connecticut pudo contraer ántrax (carbunco) pulmonar la semana pasada y convertirse ayer en la quinta víctima mortal en Estado Unidos desde que se descubrieran mortíferas cartas contaminadas. La más reciente, destinada a otro senador, se encontró esta semana en una saca de correos del Capitolio.

'Es muy difícil explicar cómo pudo haber sido infectada', reconocía ayer el gobernador de Connecticut, John Rowland. 'No hay ninguna conexión con lo que ha pasado en las últimas ocho semanas'. Ottillie Lundgren era una secretaria retirada que vivía sola en el pueblecito de Oxford, de 2.000 habitantes

El caso trae de cabeza a los investigadores, que han empezado por analizar su correo. Ayer detectaron un paquete sospechoso que estaba siendo analizado. El paso siguiente es reconstruir la vida de la víctima. Hay poco que contar. Lundgren apenas salía de su casa.

La muerte de esta anciana ha dejado al FBI tan perplejo como la de Kathy Nguyen, la anterior víctima, que falleció a finales del mes pasado. Nguyen, una inmigrante vietnamita que trabajaba en el sótano de un hospital de Manhattan, también tenía una vida completamente anónima y solitaria. Nada parecía relacionarla con los ataques bioterroristas, aparentemente destinados a celebridades y congresistas.

Con ésta ya son cinco las muertes por ántrax pulmonar: un periodista de Florida, la primera víctima, el pasado 5 de octubre; dos empleados de correos en Washington; el caso de Nueva York, y, finalmente, el de Connecticut.

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