La reutilización de aguas residuales se sitúa en el 50% del máximo previsto por Obras Públicas

La reutilización de aguas residuales depuradas se eleva actualmente a 125 hectómetros cúbicos anuales, el 4,6% de los recursos que ahora necesitan los cultivos, con una demanda anual de 2.700 hectómetros. Según el Consell, esa cifra supone casi el 50% de la capacidad máxima de reutilización de las aguas, que se ha cifrado en 260 hectómetros al año. La calidad de las aguas residuales, en muchos casos muy salinizadas, y la situación geográfica de los cultivos hacen que, según el máximo previsto por Obras Públicas, sólo se pueda reutilizar el 40% de las aguas destinadas a consumo urbano.

Según las cifras aportadas ayer por Vicente Serrano Orts, del servicio de Planificación de Infraestructuras Hidráulicas de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes (COPUT), el horizonte previsto para la reutilización de aguas residuales se sitúa en 260 hectómetros anuales, una cifra que representa el 41,6% de los recursos que ahora se destinan a la demanda de abastecimientos urbanos, que cifró en 625 hectómetros cúbicos. Es decir, según las cifras de la COPUT, llevando al máximo la reutilización de aguas depuradas sólo se podría cubrir el 10% de las demandas para regadíos, cifradas en la Comunidad Valenciana en unos 2.700 hectómetros cúbicos anuales. Junto al uso agrícola (78,5%) y al urbano (18%), el tercer uso en importancia es el industrial (3,5%).

Serrano dictó una conferencia titulada La reutilización en la comunidad Valenciana durante las jornadas Gestión del agua: nuevas perspectivas planteadas pro la Ley de Aguas de 1999 celebradas en la sede de Valencia de la Univesidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en la que puso de manifiesto las dificultades para optimizar la reutilización de las aguas residuales. Los problemas fundamentales, según dijo, estriban en que en muchas zonas del litoral las aguas residuales llegan a las depuradoras con una excesiva conductividad por la presencia de sales. Por muy bien que se depure esos recursos, el agua no se puede destinar, 'ni diluyéndola con otras menos salobres', a la agricultura. En otros casos, el escaso volumen del agua depurada y la lejanía de los cultivos hacen inviable la construcción de las conducciones necesarias para su reutilización. De esta forma, según el Consell, difícilmente se puede ampliar la rátio de reutilización a más allá del 10% del consumo agrícola.

Recursos optimizados

Las previsiones de reutilización no son homogeneas en toda la Comunidad Valenciana. Por sistemas, hay zonas en las que puede llegar a optimizarse la reutilización hasta un 40% de los recursos totales disponibles. Es el caso de La Marina Alta, donde, según las cifras del Consell, con unos recursos disponibles de 45 hectómetros, Obras Públicas se propone llegar a reutilizar 18 (ahora se da un segundo uso a 12 hectómetros). En otros casos, las cuentas del Consell son ínfimas: en el Júcar, donde se emplean 1.292 hectómetros cúbicos, sólo se reutilizan 8 y el máximo previsto se sitúa en 25 (menos del 2% del total). El Turia, por contra, estaría muy por encima: se reutilizan ya 35 hectómetros y se espera llegar a 100 (el 15% de un sistema en el que se gastan 665 hectometros).

Ante las reiteradas críticas de los ecologistas y la oposición de que las posibilidades de la reutilización y de la desalación, no totalmente evaluadas en en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), hacen innecesario el trasvase del Ebro previsto, Serrano afirmó, siguiendo las tesis del Consell, que ni siquiera esos volúmenes pueden paliar el déficit de agua de la Comunidad Valenciana. Un déficit que, para el Partido Popular, sólo pueden paliar los 460 hectómetros esperados del Ebro: 300 de los 340 que se quedará el Júcar y otros 160 para el Segura en la Vega Baja.