El obispo de Girona pide que se ordenen curas casados
El obispo de Girona, Jaume Camprodón, que se jubila el próximo mes tras 28 años al frente de la diócesis gerundense, declaró ayer que prefiere solucionar la falta de vocaciones sacerdotales con la ordenación de hombres casados que con la 'importación' de religiosos de países sudamericanos o africanos. 'Ante la falta de capellanes, yo antes creo que es más posible que llegue un momento que la Santa Sede ordene hombres casados para ejercer el sacerdocio que no ir a buscar jóvenes de fuera, porque con los casados hay más posibilidad de integración con la cultura', ha dicho el obispo.
En referencia a la posibilidad de ejercer el sacerdocio por parte de las mujeres, el obispo ha señalado: 'Aquí sí que me parece que la puerta está cerrada, lo que pasa es que a la mujer debe dársele más protagonismo en la Iglesia, con cargos de responsabilidad'.
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