_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Powell lo intenta

Estados Unidos puede ganar la guerra de Afganistán, pero si quiere ganar la paz tendrá que encontrar una salida para la situación de Oriente Próximo. No tiene aún un plan concreto, o al menos el secretario de Estado, Colin Powell, no lo esbozó ayer, limitándose a hablar de negociaciones directas entre israelíes y palestinos para desembocar en dos Estados que 'vivan juntos en paz y en dignidad'. Dignidad implica un territorio para los palestinos, poner fin a nuevos asentamientos judíos y desmantelar otros muchos. Lo más fuerte que afirmó Powell fue que Israel debe estar 'dispuesto a terminar la ocupación' de 1967.

La esperada intervención del secretario de Estado marca un cambio en la Administración de Bush, que creyó poder desentenderse de la situación en Oriente Próximo, para descubrir, tras el 11 de septiembre, que la cuestión palestina contamina sus relaciones con el mundo árabe y alimenta la inseguridad global contra el principal valedor de Israel. EE UU no parece dispuesto a otorgar carta blanca a la línea intransigente de Sharon. También le pide a Arafat, al que Bush no quiso recibir con ocasión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que colabore en un 100% en la detención de la violencia y el terrorismo. De momento, Powell se limita a enviar de explorador a la zona al embajador Burns, mientras la troika de la UE prosigue su gira. Sumar esfuerzos entre Washington y Bruselas aumentaría las posibilidades de éxito si los europeos tuvieran una política clara, no mermada siempre por una Alemania que no se atreve a hablar a Israel con franqueza.

La apuesta de Powell dista mucho de ser fácil de materializar, como ayer volvió a poner de manifiesto la muerte de dos palestinos armados por disparos del Ejército israelí. Sharon exige siete días sin violencia para sentarse a negociar con los palestinos el mapa de ruta que planteó la Comisión Mitchell. Quizás ayudaría a terminar con la violencia poner por delante la esperanza. Tras lo que ha pasado, los palestinos la necesitan; tanto como los israelíes la seguridad. Es dudoso que Sharon pueda generar tal esperanza, y que Arafat llegue a garantizar seguridad a los israelíes. Pero al menos se cumple la condición necesaria de que EE UU haya decidido volver a involucrarse. Queda por hacer todo lo demás.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_