Rambla augura la convergencia de renta con Europa y un crecimiento sostenido

El acalorado debate de las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de presupuestos para 2002 estuvo precedido de una monótona intervención profesoral de parte del Consejero de Economía y Hacienda, Vicente Rambla, cuya frialdad no estuvo exenta de audacia.

Jaime Caruana, gobernador del Banco de España, rebajó la semana pasada las expectativas de crecimiento de la economía a lo largo de 2002 para situarla en un 2,5%, frente a la estimación inicial del Gobierno que preveía un 2,9%. Pero Rambla prefirio hacer oídos sordos a la rebajas en los indicadores. Asumió la 'elevada incertidumbre' que envuelve el panorama económico y político internacional, incluso la 'volatilidad' de las expectativas de crecimiento, pero reiteró convencido que el producto bruto de la Comunidad Valenciana crecerá un 3% durante el próximo ejercicio y vaticinó que la economía 'seguirá creciendo de manera sostenida durante 2002'.

El responsable de Hacienda afirmó que los presupuestos para 2002 son 'neutros' respecto al crecimiento económico porque persiguen el equilibrio entre gastos e ingresos, pero defendió que garantizan la convergencia de la renta de la Comunidad Valenciana con la media de la Unión Europea.

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se había mostrado algo más prudente minutos antes cuando defendió una redefinición de los fondos estructurales que reparte la UE para prolongar en el tiempo las ayudas que recibe la Comunidad Valenciana como región Objetivo 1, cuya renta media es inferior al 75% de la renta media europea.

Más allá de la disparidad de criterios, Rambla retomó la senda de la doctrina y oficial y reiteró que los presupuestos de 2002 tienen un elevado componente social, una obviedad a la vista del volumen de la nómina de docentes y sanitarios que paga la Generalitat. También defendió un espectacular aumento de la inversión, sólo atribuible a las empresas públicas.