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El festival de cine de Huelva presenta una película sobre la soledad rodada por Imanol Arias en Los Andes

Imanol Arias reconoció ayer que a los 46 años ha comenzado a divertirse por primera vez en su vida actuando. Este actor ha producido y protagoniza la película Una casa con vistas al mar, una historia sobre la soledad, rodada en Los Andes, en la que intervienen intérpretes venezolanos, españoles y canadienses y que participa en la sección a concurso del 27 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. La muestra onubense homenajeó ayer a Julio García Espinosa, veterano director cubano, que está considerado como un estudioso del cine.

Para Imanol Arias, el ideal ahora consiste en actuar. 'Hasta hace poco no me divertía actuando, me divertía siendo actor: investigando. Pero en el rodaje era un desastre, porque era noctámbulo, no dormía, y yo siempre he trabajado en el límite entre dormir y estar despierto. Pero hace algún tiempo experimenté un cambio físico. Tuve que curarme una afección estomacal y desde entonces duermo mucho. Ahora me gusta rodar y el rodaje, no ser actor. Ha sido como redescubrir mi profesión', explicó.

La película Una casa con vistas al mar se rodó durante siete semanas en Los Andes, con un presupuesto de 200 millones de pesetas y un equipo integrado por 12 personas. Trata sobre la obsesión de un niño, que vive con su padre aislado en la montaña, en conocer el mar. Para Imanol Arias ha resultado muy importante la relación que estableció con el protagonista, Gabriel Arcand, un niño elegido para trabajar como actor entre los habitantes de la montaña: 'Se parece a mi hijo. Me lo recordaba permanentemente, porque tienen la misma edad. Mantengo una relación epistolar con él.'

El director de la película, Alberto Arvelo (Caracas 1966), asegura que ha buscado identificar el mar con la libertad. 'Es el sueño de los hombres de conocer qué hay al otro lado de la puerta. Toda la cinta está marcada por la soledad', indicó.

Por otra parte, el Festival onubense proyectó ayer la película Reina y rey, dentro del homenaje a Julio García Espinosa, que recibió el Premio Ciudad de Huelva. A Julio García Espinosa se le reconoció públicamente anoche una trayectoria artística ejemplar, que incluso le costó la cárcel: un documental, El mégano, que dirigió en 1955 junto al desaparecido Tomás Gutiérrez Alea, fue secuestrado durante la dictadura de Batista. Encarcelaron a García Espinosa. El Festival ha editado un libro sobre este cineasta, con textos de Eduardo Galeano, Mayra Vilasís, Luciano Castillo y Roberto Fernández Retamar, entre otros.

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