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Descubierto un puerto romano de finales del siglo III en pleno centro de la ciudad de Málaga

Ánforas, jarras y un ancla se encontraron en las excavaciones de un aparcamiento

Las excavaciones del nuevo aparcamiento municipal de calle Camas, en pleno centro de Málaga, han sacado a la luz restos de lo que fuera un puerto romano. Éste permaneció operativo desde finales del siglo III hasta el siglo VII, cuando, tras ser abandonado, fue destruido por una gran crecida del río Guadalmedina. A una profundidad de dos metros por debajo del nivel del mar se han encontrado ánforas y materiales comunes como jarros, morteros y jarras, un ancla de hierro y cerámicas rojas, que han contribuido a afinar la datación del yacimiento.

En el año 1996, se hicieron dos sondeos previos al comienzo de las obras de este aparcamiento. Tras un par de catas más, el equipo de arqueología dirigido por Carmen Íñiguez encontró los restos de una muralla islámica del siglo XI y el pozo de una noria que databa del siglo X. 'Continuaron los trabajos y cuando las excavaciones llegaron a cotas de menos dos metros sobre el nivel del mar se localizaron indicios romanos', constata Íñiguez.

Comenzaron a salir ánforas Keay XXIII, XIX y XXV y dado su buen estado de conservación se paralizan las obras. Entonces comenzaron los trabajos arqueológicos que se prolongaron desde julio hasta septiembre de este año. 'Se abrieron 17 cortes que han documentado estratos de posición marina. Estos estratos documentan la estratigrafía completa de uso portuario de este sector y de la destrucción del mismo', añade Íñiguez. En los niveles inferiores se documentan in situ depósitos de ánforas sepultadas en estratos marinos, es decir, donde hace 1.700 años estaba el mar.

Sobre el siglo III, en la terraza del río Guadalmedina se produce una entrada del mar y se utiliza esta bahía natural como puerto en la época romana tardoantigua.

Semienterrados en arena grisácea se han encontrado, además de materiales anfóricos, materiales comunes, como jarros, jarras y morteros y sigilatos (cerámicas de color rojizo)africanos, vajillas de aquella época, que contribuyen a la datación del yacimiento.

'La destrucción de este espacio portuario está en fase de estudio. Parece que se abandonó previamente y que después fue destruido por una riada enorme del río', afirma la arqueóloga.

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Este nivel de destrucción se caracteriza, según los técnicos, por la gran cantidad de materiales constructivos que presenta. Un gran volumen de sillares de travertino, fragmentos de tégula y algo de ladrillo. Estos materiales no se encontraron in situ, sino esparcidos poniendo en evidencia la destrucción de este puerto. Tras los estudios arqueológicos, estos materiales fueron recuperados y trasladados para su posterior reubicación en la plaza que se va a crear entre calle Camas y Pasillo de Santa Isabel.

Excavaciones en seco

'Es la primera vez que se puede excavar en seco arqueología subacuática, es decir, por debajo de la cota del nivel del mar', asegura Carmen Íñiguez, 'Esto es algo muy importante, que también hay que agradecer al apoyo de la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios, que ha sufragado todos los gastos', añade.

Ahora, además del estudio malacológico, de las conchas, también se están estudiando otros materiales encontrados como pesas de red, herramientas con mangos de madera, argollas de plomo, fragmentos de vidrio y parte de la cuaderna de una barca romana. Las ánforas encontradas, olearias, salsarias y vinarias, ponen de manifiesto la importancia comercial de esta ciudad en aquellos siglos.

La exportación de vino, aceite y gárum, una salsa hecha de vísceras de pescado maceradas al sol, fueron bazas importantes en la economía de la Málaga romana.

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