"Yo no me siento en absoluto de derechas"

Tiene 36 años y dos hijos. Elige para su despacho fotos con Aznar en las que éste esté riéndose -'¿Para ser presidente hay que ser tan serio?'-. Dice que es de lágrima floja, y que lloró como loca hasta en 'La guerra de las galaxias'. Está inexplicablemente a dieta. Y piensa que algún día podrá volver al latín.

Pregunta. Para el congreso del PP hará la ponencia sobre patriotismo constitucional. ¿Cómo lo definiría?

Respuesta. Como una forma de sentirse español estando orgulloso de serlo.

P. Aunque el término lo popularizó Habermas, aquí fue el PSOE el que lo usó primero.

R. Lo importante de la idea es ponerla en práctica. No hablar de ella.

P. El plato de lentejas que se come aquí en el despacho a media mañana, ¿le ayuda a aclarar el significado?

R. Ayuda muchísimo. Hay que tener el estómago suficientemente cargado para tener la mente despejada.

P. Redactará la ponencia con Piqué. ¿Le ha tocado bailar con el más... guapo?

R. Hombre, yo creo que Piqué es chico listo. ¿Guapo? Tampoco está mal. Y de cara al congreso es mi pareja de hecho. Se lo dije así y se me quedó como flipado.

P. ¿Fotografiarse del bracete de Aznar a usted le da puntos?

R. No. Lo que me hace es mucha gracia. Me río... o procuro reírme con él.

P. ¿Qué le inspira?

R. Confianza.

P. Dicen en el PP que es usted un valor emergente.

R. Que no.

P. ¿Le gustaría salir de aquí y tener responsabilidades nacionales?

R. No.

P. ¿Se puede arreglar Euskadi sin el PNV?

R. Sí. Sería más fácil si el PNV estuviera por la labor, pero desde luego lo vamos a arreglar.

P. 'No somos gente de derechas'. Eso se lo dirá usted a todos.

R. A casi todos [Risas].

P. ¿Y cuela?

R. Sí, porque lo demostramos con los hechos. Yo no me siento en absoluto de derechas, sino una mujer de centro, absolutamente liberal y muy del siglo XXI.

P. Ser teniente de alcalde de San Sebastián y presidenta del PP de Guipúzcoa, ¿da para hacer risas?

R. Hombre, se llora mucho. Pero los momentos de risas son soberbios, porque se disfrutan mucho más que en otros sitios.

P. Ha dicho que le gustaría ser alcaldesa. ¿Qué opina Odón Elorza?

R. Creo que no está por la labor [Risas]. Que no me va a votar.

P. ¿Le apetece seguir hablando del miedo?

R. No me importa hablar del miedo, pero hay cosas mejores de las que hablar. No me puede. Tenemos una convivencia bastante sosegada el miedo y yo.

P. ¿Odia?

R. No, de verdad. No podría vivir con odio, porque yo creo que te quita una cantidad de energías...

P. ¿Va de Superwoman?

R. En absoluto. Soy más bien muy limitadita.

P. ¿De quién haría en una película de época?

R. Ahora le digo que querría ser Escarlata O'Hara y la hundo en la miseria.

P. Para nada. Con tal de que no me arrebate la pamela.

R Yo quiero vivir en Tara.[Risas]. Pero la pamela para usted. Me quedan fatal.

P. ¿Se considera normal?

R. Más o menos sí.

P. Pese a haberse licenciado en filología bíblica trilingüe.

R. Es que nadie es perfecto. Y, además, me gusta el latín.

P. ¿Cómo diría en latín 'patriotismo constitucional'?

R. Patriae amor legítimus.

P. Suena a timo. Con tanta filología bíblica, ¿tiene muchas ocasiones de jurar en arameo?

R. Más bien en hebreo, que es lo que aprendí. Sí, muchas. Y con la Iglesia vasca que tenemos, más.

P. ¿Por qué aprende euskera?

R. ¿Eso hay que contarlo? Es que aquí aprendes euskera y todo el mundo cree que lo haces por algo. Lo aprendo porque me gusta y porque es mi idioma.

P. ¿Hay algo del PP que no le guste?

R. Sí. Creo que a veces en el partido no se es lo suficientemente sincero, especialmente en las relaciones. Y yo, como buena vasca, soy mujer de ir de frente.

P. Fuera de su partido, ¿a quién invitaría a tomarse las lentejas en su despacho?

R. Tengo un recuerdo soberbio de Alfredo Pérez Rubalcaba, que me pareció un hombre con el que irme a cenar. Me encantó. Y a alguno del PNV, pero por distintos motivos: para que viera cómo vivimos los no nacionalistas.

P. ¿Qué le da el presidente del Gobierno, que la tiene loca?

R. Darme, darme, no me da más que trabajo. Pero yo creo que lo está haciendo bien, y que es honrado, honesto y trabajador.

P. ¿Qué le gustaría poder hacer que no hace?

R. Pues improvisar en la vida, que se me ha olvidado. De repente poder decir: 'Vámonos a un recado, o a tomar un café'.

P. ¿Espera recuperarlo?

R. No tengo ninguna duda. Si no, no estaría aquí. Siempre pienso que queda un día menos.

P. ¿Después de esta entrevista, Aznar le pondrá un piso?

R. Mientras no me eche por decir que me gusta Pérez Rubalcaba...