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Tecnología entre granjas

El Grupo Sallén factura 3.000 millones y vende seguridad

En una época en que la industria está presumiblemente en crisis, el Grupo Sallén mira al futuro con bastante satisfacción. Durante los últimos diez años se han dedicado a crear un negocio y una red de clientes, fundamentalmente ligada a la gran banca, y ahora se preparan para dar el salto, para crecer (ver gráfico). Binéfar es conocida por su actividad ganadera. Los alrededores están llenos de granjas y de empresas que fabrican piensos. El precio del vacuno para toda España se calcula en este lugar. Allí, donde huele a campo, Jaime Sallén ha montado un negocio de tecnología.

La carrera de este inventor, que todavía no llega a los cuarenta, comenzó hace 23 años, cuando, siendo menor de edad, vendió, acompañado de su padre, una patente a Bultaco que evitaba que a las motos de cross y trial se les gripase el motor en caso de caída. Su mecanismo hacía que cuando se perdía el equilibrio y la inercia, el motor se parara. Recibió dos motos, un barril de aceite y cinco millones de pesetas.

Pero más allá de la historia, que muestra el perfil de personaje y motor de la empresa, el presente, hasta hoy, del Grupo Sallén se basa esencialmente en la banca como cliente, en las esclusas de detección de armas en las entradas de los bancos (discriminan metales y formas) y en los recicladores de billetes (un instrumento que permite ingresar billetes en los bancos y luego volver a reutilizarlos) para el que se contó como socio al líder mundial de este sector, la británica De La Rue Cash Systems. Con estos dos sistemas y de la mano de la banca han logrado entrar en los mercados europeo y suramericano. Pero más allá del presente se encuentra el futuro, los nuevos inventos de Sallén, que requieren el desarrollo de nuevas líneas de negocio o simplemente la venta de patentes. Así, el euroescan de euros, también ligado a la seguridad bancaria, estará a fin de año en el mercado.

Sallén tiene diseñado un sistema perimetral de seguridad que reduce los costes de instalación y sirve para proteger grandes extensiones, como líneas de ferrocarril, aeropuertos o zonas de seguridad militar. Está montando una planta piloto en Huesca y se encuentra en negociaciones para vender la patente en EE UU por cerca de 20 millones de dólares (3.700 millones de pesetas). Esta cantidad no la tienen contabilizada en sus previsiones de crecimiento.

En seguridad aérea han desarrollado un sistema de inmovilización en caso de secuestro de un avión. El mecanismo inmoviliza en ráfaga a todo el que está delante sin causar daños posteriores y solamente puede ser utilizado por la mano para la que está configurado. En este campo y, por encargo de una aerolínea, han desarrollado un mecanismo de detección de teléfonos móviles conectados. En Sallén se trabaja también, de la mano de la Administración y de la banca, en sistemas de detección de personas por biometría, por elementos del cuerpo que son inalterables.

Su último gran proyecto, para el que estudian crear otra sociedad con fondos de inversión, es un sistema de proyección de publicidad remota en los escaparates de los comercios. Desde un centro de control y en los momentos en los que las tiendas están cerradas los escaparates servirán de pantalla.

Contra los euros falsos

El Banco Central Europeo ha procurado que los billetes de euros sean imposibles de falsificar. Tal vez lo que hayan conseguido es evitar copias perfectas, billetes falsos similares a los nuevos, pero está claro que por las manos de los ciudadanos, en muchas ocasiones sin saberlo, van a pasar billetes malos. Así, el grupo Sallen ha sacado al mercado lo que llaman el euroscan, un detector de billetes falsos que, sin estar fisicamente ya en el mercado, cuenta con 10.000 unidades pedidas para antes de final de año, todas para el sector bancario. Cada aparato cuesta unas 99.000 pesetas y tiene un mecanismo de autodestrucción si se intenta abrir para ser copiado. La peculiaridad del artilugio de Sallen es que trabaja con tecnología láser frente a los infrarrojos tradicionales. De esta forma se puede saber si son falsos o buenos incluso los billetes viejos y arrugados. Las buenas oportunidades de negocio del euroescan han llevado al grupo a constituir una sociedad para su desarrollo, de la que tienen un 75% y el resto está repartido entre un fondo de inversión y Global Worth, una empresa especializada en el desarrollo de negocios. Sallen se encuentra en conversaciones con entidades financieras para que éstas financien el euroescan a sus clientes, especialmente a los comercios.

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