El PSC propone poner la educación como prioridad máxima en la estrategia global de país

Los socialistas avanzaron ayer un paso para definir sus propuestas a la sociedad catalana en un momento en que se consideran cerca de alcanzar responsabilidades de gobierno. Propusieron que la principal prioridad de la estrategia global de Cataluña como país para afrontar el siglo XXI sea la educación. Y más específicamente, una reforma del modelo educativo para conciliar enseñanza, necesidades empresariales e innovación tecnológica. En la apertura de la Primera Conferencia Nacional del PSC, el primer secretario del PSC, José Montilla, propuso un 'acuerdo nacional' para establecer en Cataluña un modelo encaminado a 'poner fin al divorcio entre empresa y enseñanza'.

La principal prioridad para Cataluña en las próximas décadas no ha de ser, según los socialistas, la arquitectura constitucional, ni los debates sobre la identidad nacional, ni la relación con España, ni siquiera algo tan caro al líder del PSC, Pasqual Maragall, como las grandes infraestructuras de transportes y comunicaciones. La principal prioridad ha de ser la enseñanza en todos sus niveles y su engarce en el sistema productivo. Lo dijo ayer Montserrat Duch, la consejera de educación en el gobierno a la sombra formado por Maragall. al introducir los debates.

Duch estaba en línea con Montilla y con lo que propone la ponencia que unos 600 delegados del PSC discuten entre ayer y hoy en un hotel de Sitges. La conferencia nacional versa sobre educación, trabajo e innovación, y está dedicada monográficamente a aprobar la propuesta que los socialistas presentarán a los electores en estos apartados en las próximas elecciones catalanas.

El modelo de conferencia es en sí mismo una innovación. El PSC ha debatido internamente y con sectores sociales y profesionales una ponencia sobre esta cuestión. Lo que sea aprobado hoy tendrá la misma fuerza que si lo adoptara el congreso del partido. Es un modelo que pretende alejar los debates programáticos de la pugna por el poder en el propio partido, que suele ser el asunto que monopoliza la atención en los congresos.

Esta primera conferencia nacional ha sido concebida como la ocasión para elaborar una propuesta alternativa a la aplicada por CiU desde hace 21 años, que Montilla definió ayer como 'el gran fracaso de los gobiernos de Pujol'. Tras dos décadas de gobierno nacionalista, recordó, no hay en Cataluña una red de guarderías que facilite la permanencia de las mujeres en el mercado laboral y profesional; se subvencionan las escuelas de élite mientras que hay todavía cerca de 20.000 estudiantes en 780 barracones; se aleja hasta 2010 el objetivo de dotar a cada escolar de un ordenador conectado a Internet, y el Gobierno de CiU despilfarra miles de millones de pesetas en formación ocupacional sin atender las demandas reales del mercado laboral ni captar las necesidades de los sectores emergentes.

Frente a esta situación, Montilla sintetizó en 10 puntos la oferta del PSC a los demás partidos y al Gobierno catalán para una reforma a fondo del modelo. Son 10 puntos que proponen acercar el sistema educativo al mundo profesional, facilitar la inserción laboral de los jóvenes, dar atención formativa especial a los parados, planificar las ofertas de enseñanza desde la administración local e incentivar la colaboración en materia de investigación y desarrollo entre empresas y universidades.

No se hizo ilusiones acerca de la receptividad de CiU. El azar ha querido que la celebración de esta conferencia coincidiera con el debate sobre la Ley Orgánica de Universidades, que ha provocado una dura confrontación entre el Gobierno del PP, la comunidad universitaria y los partidos de la izquierda. Montilla acusó a CiU de haber vendido 'por un plato de lentejas' -el sostén parlamentario al minoritario Gobierno de Pujol- sus votos en el Congreso de los Diputados en la votación de esta ley.

Acerca de las posibilidades de negociarla en el Senado, Montilla advirtió de que fracasarán si sólo se trata de una operación de maquillaje.