El temporal de viento deja paso a las lluvias y la Generalitat cifra los daños en 5.000 millones

El temporal de viento y lluvia que el pasado jueves asoló la costa catalana comenzó a remitir ayer después de haber dejado daños que sólo en el sector agrícola ascienden a 5.000 millones de pesetas, según la Generalitat. A esta cifra deberá sumarse el precio de reparar las playas y los paseos marítimos de buena parte del litoral catalán. Ayer la lluvia continuó cayendo, aunque la intensidad del temporal fue menor y no causó daños considerables. Para el fin de semana, el Servicio de Meteorología de Cataluña anuncia una mejoría del tiempo, pero con chubascos aislados en Girona y la costa de Barcelona.

Evaluar los daños causados por la tempestad y recuperar la normalidad eran las dos máximas prioridades ayer en el Maresme. Después de la cantidad de salidas que tuvieron que efectuar el jueves, los bomberos apenas atendieron urgencias relacionadas con la meteorología. Los principales servicios prestados fueron los que habían quedado pendientes por no ser de máxima prioridad. Así, los esfuerzos se concentraron en cortar árboles y apuntalar estructuras que peligraban o acudir a bajos que habían quedado inundados. Una treintena de particulares solicitaron al consejo comarcal certificados de velocidad del viento para empezar a tramitar las pólizas de seguros.

El consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, cifró en 5.000 millones de pesetas los daños causados por el temporal en el sector agrícola del Maresme. Los agricultores creen que los daños son superiores, de unos 6.000 millones. Sus esfuerzos también se concentraban en comenzar los trámites para pedir ayudas. Unió de Pagesos considera que la Generalitat debe ayudar a los propietarios de los invernaderos no sólo a reconstruir las instalaciones, sino también a pagar la cosecha perdida.

Tornado en el Maresme

Ayer las lluvias continuaron y el viento amainó después de provocar un último sobresalto a primera hora de la mañana. Alrededor de las ocho y media, se formó un tornado frente a la costa de Montgat. Según Joaquim Serra, meteorólogo del Consejo Comarcal del Maresme, 'este tipo de manifestaciones son normales en la zona, sobre todo cuando se producen tempestades'.

Los vecinos de Mataró, sin embargo, se llevaron ayer un buen susto sobre las tres de la tarde. En sólo 20 minutos, después de unos ruidosos truenos, cayeron 12 litros por metro cuadrado, un registro superior al del día anterior. La lluvia motivó que de nuevo 5.000 abonados de Cabrera, Cabrils, Masnou, Montgat, Vilassar de Mar, Vilassar de Dalt, Premià de Dalt y Premià de Mar, en la zona sur de la comarca, se quedaran sin suministro de electricidad. Sin embargo, la avería se solucionó a última hora de la tarde. El viento también causó algunos cortes del servicio telefónico en Rupit (Osona).

En cuanto a los desperfectos, el oleaje acabó el miércoles por la noche con el colector de unos 300 metros que transporta aguas residuales desde Vilassar de Mar hasta la estación depuradora de Mataró. Ni los árboles centenarios se salvaron del viento. En Cabrils hubo que talar una encina de 300 años que, pese a los esfuerzos de los técnicos, fue imposible salvar. Sin embargo, un tilo de Cabrils catalogado como árbol monumental, que había resultado afectado por el viento el sábado, pudo ser replantado.

Los trabajos de acondicionamiento del Parc de les Aus, en Vilassar, seguían ayer.

La red viaria continuaba en mal estado ayer a última hora de la tarde después de una mañana muy problemática. A primera hora de la mañana, una fuerte tromba de agua inundó el túnel situado bajo la estación de Renfe en Mollet del Vallès, en la carretera C-17, donde quedaron atrapados varios vehículos. Los conductores tuvieron que ser rescatados por los bomberos. El tráfico ferroviario en el Maresme también continuaba complicado a última hora de la tarde. Entre Vilassar y Mataró se recuperó una vía, por la que circulaban cuatro trenes a la hora.

En Tarragona el agua caída obligó a cortar las carreteras locales que llevan a las poblaciones de Montbrió, Mont-roig del Camp, Reus y Tortosa, informa Lali Cambra. Las inclemencias meteorológicas también causaron accidentes, entre ellos el que se produjo en la carretera C-43, a la altura de Gandesa, donde un vehículo de la Guardia Civil chocó frontalmente con un turismo. De la colisión resultó una persona muerta y dos heridos graves.

Pero no todo fueron malas noticias. La nieve caída en el Pirineo ha revolucionado el sector turístico de la zona, que hoy mismo abrirá la temporada de esquí. La estación de La Molina (Cerdanya) abrirá entre hoy y mañana tres de sus pistas. El resto de las estaciones catalanas lo harán entre el 24 de noviembre y el puente de la Inmaculada. En el Pirineo francés, Font Romeu, Els Angles y Cauterets anunciaron la apertura para este fin de semana, lo que representa el mejor inicio de temporada de los últimos años.