Un malecón en el delta del Ebro

La comunidad de regantes de la margen izquierda del delta del Ebro ha decidido tomar medidas por su cuenta para proteger sus propiedades ante el avance del mar sobre la plataforma deltaica. Los propietarios de terrenos lindantes con la primera línea de mar, auspiciados por la comunidad, han empezado a construir un malecón para frenar el avance del agua marina, que según el presidente del Sindicato Agrícola del Ebro, Joel Bonet, llegó a penetrar hasta 1,5 kilómetros tierra adentro durante el temporal de estos últimos días.

Las obras han empezado sin contar con los correspondientes permisos de actuación en zona de dominio público marítimo y terrestre, y dentro del parque natural del Delta del Ebro. Los regantes confían en que el Estado y la Generalitat financien un plan de choque contra la regresión que costaría, según sus cálculos, unos 12.000 millones de pesetas. 'No tenemos tiempo para pedir permisos', dijo Bonet, 'ya sé que nos pondrán denuncias en los juzgados, pero hemos de solucionar los problemas y tendremos que enfrentarnos a las administraciones si no colaboran'.

Unos 40 propietarios de una franja de 10 kilómetros entre la Punta del Fangar (en L'Ampolla) y la desembocadura del Ebro (en Deltebre), acordaron el pasado jueves por la noche adoptar 'medidas duras' si la Administración no actua de inmediato. Temen que con la progresiva regresión deltaica el Estado delimite nuevamente la línea de costa y que el deslinde pueda afectar a las más de 1.500 hectáreas inundadas durante este temporal, con la posibilidad de que posteriormente sean calificadas de dominio público.

De momento, tras la progresiva retirada de las aguas marinas de los campos del delta, la comunidad de regantes tiene ya dos máquinas trabajando en la zona de la Marquesa, una de las más afectadas por el temporal. En una primera actuación, los propietarios pretenden levantar un dique de tres metros de altura sobre la estructura ya existente en este tramo a base de bloques de piedra y tierra, en una línea de cuatro kilómetros de la playa de la Marquesa a la Bassa de les Olles. 'Preferimos que haya impacto ambiental pero que el delta se consolide en su forma actual'.

Bonet confirmó que los regantes pedirán a la Administración la declaración de zona catastrófica tras los daños sufridos por la red de riegos y caminos en el delta y calcula en 250.000 millones la inversión pública necesaria para 'solucionar los problemas del delta', como la regresión y la salinización. Los regantes han pedido al Gobierno central y autónomo que fijen las fechas de aplicación del Plan Integral de Protección del Delta del Ebro, que prevé 75.000 millones de inversión para paliar los efectos del trasvase.