Nieva en amplias zonas de las provincias de Lleida y Tarragona

Las comarcas del Pirineo y las de Tarragona quedaron ayer hermanadas por la nieve. Mientras en las poblaciones más altas de la Val d'Aran se alcanzaban grosores que superaban los 70 centímetros, muy cerca del litoral de Tarragona, a alturas de apenas 300 metros sobre el nivel del mar, nevaba también con ganas.

La nieve obligó a utilizar cadenas para circular por las carreteras de acceso al puerto de la Bonaigua y a Baqueira-Beret, así como en otras vías locales, y el túnel de Vielha volvió a quedar abierto al paso de camiones de gran tonelaje.

Pero la nieve sorprendió también a los habitantes de varias poblaciones de Les Garrigues, la Segarra, el Urgell y el Segrià, donde este tipo de precipitaciones son poco habituales. Los niños de La Pobla de Cérvoles y El Vilosell no fueron a la escuela y muchos agricultores no pudieron iniciar la campaña de recolección de la aceituna como estaba previsto.

El temporal alcanzó también de lleno a varias comarcas de Tarragona, donde, además del viento, la nieve causó no pocos problemas en las carreteras del Baix Camp, la Ribera d'Ebre, el Alt Camp, la Terra Alta y el Priorat. La carretera que une Vandellòs con Tivissa estuvo cortada al tráfico durante toda la mañana y una vez abierta se recomendaba el uso de cadenas. Iguales circunstancias se produjeron en la N-420 en Falset, donde el peligro estaba en este caso en las placas de hielo que se habían formado en la calzada.

La carretera C-43 en Gandesa también se cortó al tránsito, así como la T-700 en Prades, una zona a la que sólo se podía acceder con cadenas. Las dificultades de la circulación provocaron siete accidentes de tráfico por salidas de la vía o pequeñas colisiones en las que se produjeron heridos leves.

Alumnos sin escuela

La nieve ocasionó el cierre de 19 colegios de las comarcas afectadas por el temporal, no tanto porque los alumnos no pudieran llegar a ellos como porque en la mayoría de los casos los profesores tenían que desplazarse desde otras poblaciones y no podían hacerlo.

Los payeses de las áreas afectadas por el temporal expresaron su preocupación por la recolección de la eceituna y el daño que la nevada puede provocar en las ramas de los árboles.

En la ciudad de Reus (Baix Camp), el viento, pese a haberse suavizado con relación al pasado fin de semana, provocó el desprendimiento de trozos de fachada y de ramas de árboles que ocasionaron daños en vehículos.

El temporal afectó asimismo a la circulación de trenes por la rotura de una catenaria en el tramo entre Sant Vicenç de Calders y Calafell, y operarios de Fecsa trabajaban ayer para restablecer el fluido eléctrico a 150 afectados en el Baix Camp y el Baix Penedès.