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TEMPORAL DE AGUA, FRÍO Y NIEVE

Vientos huracanados asuelan el litoral catalán

Rachas de 120 kilómetros por hora causan graves destrozos en el área de Barcelona

Los Bomberos de la Generalitat y los de Barcelona habían efectuado más de 1.000 salidas a las cinco de la tarde de ayer. Vientos de entre 90 y 120 kilómetros por hora causaron 17 heridos, se llevaron techos de edificios, señales de tráfico, cristaleras y contenedores, arrancaron árboles y derribaron postes y cables. Más de 60.000 usuarios de Fecsa-Enher se quedaron sin suministro en sucesivos cortes, mientras que los trenes de cercanías sufrieron importantes retrasos. En el aeropuerto sólo funcionaba una pista y se suprimieron 29 vuelos. La Universidad Autónoma y 30 colegios suspendieron también las clases.

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El temporal afectó con especial virulencia a las poblaciones del litoral. Barcelona fue una de las más afectadas. Árboles caídos en las calles, plafones derribados y múltiples incidencias hicieron necesario que los bomberos intervinieran a fondo en la ciudad a lo largo del día de ayer. Desde primera hora de la mañana, el aeropuerto funcionó a medio gas, con una sola pista operativa. Por la noche, se habían suspendido 29 vuelos y los que se mantuvieron sufrían retrasos de más de media hora.

La jornada se presentó complicada desde primera hora de la mañana. Al mediodía, árboles y ramas poblaban el asfalto de muchas calles. En la avenida de Mistral, varios árboles yacían en el suelo. En el puerto, la actividad quedó prácticamente interrumpida desde el amanecer debido al fuerte oleaje, que llegó a superar los cuatro metros de altura e impidió el tráfico marino. La fuerza del temporal también ocasionó daños en las obras de la nueva bocana, especialmente en la escollera, junto al dique de abrigo.

En la carretera de la Arrabassada, un pino derribado por el vendaval fue a caer justo encima de un coche que pasaba en aquel momento y causó diversas heridas a su conductor. En general, tanto el tráfico privado como los transportes públicos se vieron alterados por el temporal. En las líneas ferroviarias de cercanías se reprodujeron los problemas que ya se vivieron el fin de semana pasado, especialmente en las que comunican Barcelona con el Maresme, el Vallès Occidental y el Oriental. La caída de un árbol en la catenaria en Sant Feliu obligó a cortar parcialmente la línea C-4, que une Sant Vicenç de Calders, Vilafranca del Penedès, Barcelona, Terrassa y Manresa. La línea C-1, que recorre el litoral del Maresme y el del Barcelonès, sufrió destrozos en Vilassar de Mar. Las vías de acceso a Barcelona, que habitualmente sufren atascos por la mañana, presentaban ayer un aspecto caótico. La caída de ramas y el arrastre del mobiliario urbano añadía dificultades a la circulación.

La fuerza del aire obligó a apuntalar la fachada de la comisaría de la Policía Local de El Prat. En Esplugues hubo que desalojar varios centros educativos, así como el colegio Llor, de Sant Boi, donde se derrumbó parte de un muro y el tejado del polideportivo, y la guardería El Rodó, de Molins de Rei, donde los destrozos causados por el viento obligaron a evacuar a los niños, informa Dulce Valero.

Uno de los incidentes más espectaculares se produjo en la Universidad Autónoma de Barcelona, que fue desalojada ante la fuerza del temporal. Hoy se reemprenderán las clases en todas las facultades, a excepción de la de Ciencias de la Información, que fue la principal víctima del viento. Las vidrieras de un pasillo de esta facultad se rompieron y también resultó afectado parte del techo del edificio. Los estudiantes no podrán volver a las aulas hasta la semana próxima, informa Silvia Marimon. Muy cerca, en Sabadell, la fuerza del viento derribó más de 100 árboles y dejó sin fachada la fábrica de madera Madesa. El incidente ocurrió a media mañana, en plena jornada laboral, pero afortunadamente ningún trabajador sufrió daños ni resultó afectado el interior de la fábrica.

Situación en que se encontraba el paseo Marítim de Mataró ayer a media mañana, cuando el viento y el oleaje causaron daños en el arbolado y el mobiliario.
Situación en que se encontraba el paseo Marítim de Mataró ayer a media mañana, cuando el viento y el oleaje causaron daños en el arbolado y el mobiliario.ARDUINO VANNUCCHI

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