La UPV investiga una técnica para abaratar el coste de la energía solar fotovoltaica

La Universidad del País Vasco (UPV) se encuentra en el grupo de cabeza de la investigación sobre la energía solar fotovoltaica en España. De ello es responsable el Instituto de Tecnología Microelectrónica de la Escuela de Ingeniería Superior de Bilbao. Sus 15 miembros, entre profesores, estudiantes y personal de mantenimiento, están en primer línea en el ámbito internacional con su apuesta por las células solares finas, una técnica que permite abaratar el coste de la obtención de esta energía, el mayor freno hasta ahora para su expansión.

La energía solar fotovoltaica, es decir, el sistema que permite transformar la luz solar en energía eléctrica, tiene en estos momentos un uso muy limitado. En concreto, su contribución a la electricidad generada en el mundo es de apenas un 0,007%, porcentaje que se estima subirá hasta el 1% durante el periodo comprendido entre 2025 y 2050. Pese a lo insignificante de esta cantidad, su relevancia social puede ser enorme, tal y como destaca el director del Instituto de Tecnología Microelectrónica (ITM) de la UPV, Juan Carlos Jimeno. 'Actualmente, cerca de 2.000 millones de personas no tienen acceso a la electricidad. La energía solar fotovoltaica constituye la tecnología más económica y eficiente de suministrar electricidad a esta población, caracterizada por su dispersión y por la escasez o inexistencia de redes eléctricas, y el 1% de la electricidad mundial es una cifra suficiente para garantizarles unos servicios mínimos', apunta.

Sin embargo, éste no es su único atractivo, ya que este tipo de energía se ha convertido en un importante sector de negocio. De hecho, según los cálculos del Departamento de Energía de Estados Unidos, las cantidades que se moverán en 2020 rondarán los 30.000 millones de dólares anuales (cerca de 5,5 billones de pesetas al cambio actual). 'Es un campo que está creciendo a un ritmo impresionante. Dentro de 50 años será tan importante como otras energías que se están utilizando en la actualidad', advierte Jimeno.

Por todo ello, contar con una buena posición de partida en un ámbito de semejante expansión es fundamental. En este sentido, España se halla entre los primeros países del mundo, y el ITM de la Escuela de Ingeniería Superior de Bilbao, constituido desde 1999 por la UPV, la Asociación de Industrias Electrónicas y de la Información del País Vasco (Gaia) y la Diputación de Álava, se encuentra entre los tres centros españoles más importantes.

Más barato

No obstante, la clave para el cumplimiento de tan ambiciosas expectativas pasa por el abaratamiento del coste de esta energía, hasta el momento el mayor obstáculo para su expansión. Éste es el principal objetivo de las investigaciones del Instituto de Tecnología Microelectrónica, que se centran en tres direcciones complementarias: células solares industriales de silicio de bajo coste y base delgada, automatización de procesos industriales y reducción de pérdidas y mejora del servicio en sistemas fotovoltaicos.

Es en el primero de estos campos de investigación, el de las células solares fotovoltaicas, donde la labor del ITM está siendo más destacada a nivel internacional. 'En cuanto a las células solares, nosotros no sólo no hemos perdido el tren, sino que vamos en cabeza', resalta Jimeno.

El principal problema de las células, las unidades que transforman la luz solar en energía eléctrica, es su elevado precio. El grupo de investigación del que forma parte Jimeno, creado con anterioridad al nacimiento del ITM, comenzó en 1995 a buscar una solución para superar esta contrapartida. Y apostó por la reducción del grosor de las células, una opción desechada por otros investigadores. 'El costo del silicio, material del que se componen las células, es de 100 dólares por kilogramo. Si reducimos el espesor de las células y mantenemos su efectividad, necesitamos menos silicio y su precio es, por tanto, menor. Y eso es lo que hemos venido haciendo desde 1995 y lo que ahora están empezando a hacer otros grupos y empresas. Hemos ido contra corriente y no ha sido fácil, pero esa apuesta está dando resultados', recalca.