La ONU cierra todos los accesos a su sede y prosigue el debate sobre la lucha contra el terrorismo

El siniestro aéreo ocurrido ayer en Nueva York sorprendió a cientos de líderes mundiales en pleno debate sobre la lucha internacional contra el terrorismo en la sede de Naciones Unidas. Los diplomáticos interrumpieron la discusión cuando el jefe de Seguridad de la ONU, Michael McCann, anunció por el sistema de megafonía interno que el edificio había sido sellado, los aeropuertos de Nueva York cerrados y el tráfico suspendido en todos los puentes y túneles de la ciudad.

Los diplomáticos y los empleados de la ONU se abalanzaron entonces sobre los aparatos de televisión para informarse de lo ocurrido o se asomaron a las ventanas para ver, a través del río East, la columna de humo que salía del barrio de Queens, escenario de la tragedia. En el momento del siniestro se celebraba en el edificio el debate de la Asamblea General que fue aplazado por los atentados del 11 de septiembre. Hace dos meses, el humo venía del sur y permaneció visible durante días desde los grandes ventanales de la sede de Naciones Unidas, de 38 plantas, situada en la Primera Avenida de Manhattan.

El Consejo de Seguridad, que se reunió poco después del siniestro, guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas y expresó su conmoción por lo ocurrido. En un comunicado, la presidenta de turno del Consejo, la embajadora jamaicana Patricia Durrant, manifestó su 'profundo pesar' por la tragedia aérea de Queens, así como las condolencias de la organización al Gobierno estadounidense 'y a las familias de quienes han perdido la vida en este terrible accidente'. Los distintos organismos y departamentos de la ONU continuaron con sus reuniones tras el siniestro, aunque entre reforzadas medidas de seguridad.

La amenaza terrorista

El debate de la Asamblea General, que comenzó el pasado sábado con un discurso del presidente de EE UU, George W. Bush, durará tres semanas y estará centrado en la amenaza del terrorismo internacional.

Ayer también se celebró una importante reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, EE UU, Afganistán y seis vecinos de este país para formar un nuevo Gobierno de coalición postalibán. El ministro paquistaní, Abdul Sattar, se perdió la reunión por no haber podido acceder al edificio. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, llegó tarde y declaró a los periodistas que todavía no tenía información sobre el siniestro aéreo.

El edificio de la ONU ha estado rodeado de enormes medidas de seguridad desde el 11 de septiembre y la protección se reforzó con motivo de la apertura de la Asamblea General. La sede de la organización ha estado bajo vigilancia especial después de que Osama Bin Laden, principal sospechoso de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, afirmase en un vídeo que la ONU es una institución antimusulmana y favorable a Estados Unidos. Bin Laden calificó de 'infieles' a los países árabes que pertenecen a las Naciones Unidas y acusó de 'criminal' al secretario general, Kofi Annan, reciente premio Nobel de la paz.