Bill Plympton reconoce que en ocasiones se autocensura en sus películas
La Semana de Terror proyecta su corto 'Eat' y el largo 'Mutant Aliens'
El realizador de animación Bill Plympton siempre ha defendido con fuerza su independencia. Dibuja, dirige y financia sus películas para que surjan en la gran pantalla tal y las concibió en su imaginación. Pero en ocasiones se autocensura. 'Algunas de mis ideas son demasiado extrañas para que el público las acepte', reconociño ayer en San Sebastián. La Semana de Cine Fantástico y de Terror donostiarra proyecta hoy su corto Eat en competición y el largometraje Mutant aliens fuera de concurso.
Ésta es la tercera visita de Bill Plympton (Oregón, 1946) a San Sebastián. El realizador norteamericano, uno de los mejores autores de animación para adultos, recaló por primera vez en la Semana en 1997 para presentar su película Me casé con un extraño. Al año siguiente asistió al ciclo de homenaje que le tributó el festival. Hoy seguirá la proyección en competición de su corto Eat, ganador de la Semana de la Crítica de Cannes, y de su último largo: Mutant aliens, cargado de violencia y sexo surrealistas.
Plympton ha construido dibujo a dibujo una disparatada historia que le ha obligado a afinar su lápiz para retratar extraños animales en el espacio. Mutant aliens es, en parte, una película de ciencia ficción. La historia arranca con el despegue de un cohete con un único tripulante a bordo: Earl Jensen, que pierde todo su combustible y queda perdido en el espacio. Veinte años después, regresa a la Tierra y cuenta una fantástica historia de su vida en el pueblo de los narigudos. 'Son animales extraños, un poco como Pokemon', explicó ayer el animador, 'pero muy viciosos y violentos'.
¿Ha tenido problemas con las escenas de sexo? 'Críticas, sobre todo, de mujeres, que me acusan de ser misógino', respondió. 'Pero lo que no entienden es que el hombre tiene debilidades, sentimientos y problemas como las mujeres. Y si a los hombres nos gusta el sexo, a las mujeres también. Creo que el problema es el puritanismo de Estados Unidos'. En cambio, no ha encontrado obstáculos en países como Francia y España. 'Son más sofisticados en cuestión de humor surrealista, porque ambos tienen una historia de surrealismo', apuntó.
Mutant aliens, que se estrenará en marzo en Estados Unidos, ya tiene garantizada su distribución en Francia y el realizador espera cerrar las negociaciones para las proyecciones en España. La película demuestra que los avances tecnológicos no han alterado su forma de trabajar. 'Sigo trabajando con papel y lápiz, coloreo a mano y ruedo en 35 milímetros. Para mí ésa es la mejor manera de hacer una película porque es rápido y barato'.
Pero no descarta incorporar las nuevas tecnologías con el tiempo, cuando 'los costes sean más bajos' y tenga la posibilidad de pagarlos en su integridad. 'Financio mis propias películas porque de esta manera tengo la libertad de hacer lo que quiera', recuerda. Y lo que le permite su autocensura, ya que Plympton reconoce que no lleva a la gran pantalla, sino a Internet, ideas que cree que el público no va a aceptar.
Su último largometraje se proyecta fuera de concurso durante una jornada en la que se pasarán dos películas alemanas de dos de los grandes realizadores del terror de ese país: Legion of the dead, de Olaf Ittenbach, en competición, y Demonium, de Andreas Schnaas, en la sección informativa.
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