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La alcaldesa de Amorebieta elude decir a sus ediles si anulará la consulta de la central

Azarloza confirma que la moción de la oposición se debatirá este mes

La alcaldesa de Amorebieta, la peneuvista Begoña Azarloza, no ha hecho el menor comentario a los concejales de su grupo municipal sobre la posibilidad de desconvocar la consulta popular sobre la central energética de Boroa que la propia Azarloza anunció hace casi dos meses para el próximo 20 de enero. Pese al acuerdo adoptado hace dos semanas por la Asamblea Nacional del PNV, el máximo órgano del partido, de declarar el proyecto de la central de interés nacional y obligar así a sus militantes de Amorebieta a aceptar la planta, Azarloza eludió en la última reunión que mantuvo con los ediles de su grupo concretar qué va a hacer, según informaron fuentes nacionalistas.

En la reunión de la comisión de gobierno municipal del pasado martes, la alcaldesa siguió con su mutismo sobre este asunto, que le ha llevado a no realizar comentario alguno sobre la consulta desde que anunció su celebración. Azarloza sí confirmó que el último pleno municipal aplazado no dará lugar a una sesión extraordinaria. A finales de mes se celebrará el pleno ordinario mensual, que incluirá en el orden del día una moción planteada por Izquierda Unida y Batasuna. En ella se inquiere a la alcaldesa sobre los pasos para la convocatoria de la consulta y se exige la no concesión de la licencia de obras y actividad -los únicos permisos pendientes para que empiece la construcción de la planta- hasta que se celebre la consulta popular.

Plenos aplazados

La alcaldesa aplazó el pasado 29 de octubre un pleno ordinario en el que se incluía esta moción por un viaje oficial suyo a Roma. El 25 de septiembre tampoco se había celebrado el pleno previsto, que también incluía mociones sobre la central de Boroa, bajo la excusa de problemas informáticos. Se celebró dos días después, pero con carácter extraordinario, lo que impidió incluir mociones en el orden del día. La oposición ha interpretado estos aplazamientos como un intento de impedir el debate sobre el referéndum.

Medios peneuvistas de Amorebieta aseguran que la consulta 'sigue en pie. Mientras la alcaldesa no diga nada, no está desconvocada'. En el seno del grupo municipal local, formado por ocho ediles, existen opiniones dispares: tres de los concejales rechazan abiertamente la instalación planta mientars que los otros cinco, incluida la propia Azarloza, defienden su implantación.

Sin embargo, la alcaldesa decidió anunciar el referéndum con con la aprobación de la organización municipal de Amorebieta y de su grupo de concejales 'y en esto no hay cambio'. El PNV ha tenido que recurrir a su Asamblea Nacional para imponer el apoyo a la planta y enfatiza que el anuncio de la consulta fue sólo una 'declaración de intenciones' y que no ha habido ninguna resolución municipal, bien mediante un decreto de alcaldía o a través del pleno.

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