Francia, dispuesta a aumentar su aportación militar
Dos horas antes de que el presidente de Francia, Jacques Chirac, se reuniese en Washington con el presidente Georges W. Bush, el primer ministro francés, Lionel Jospin, anunciaba en París ante la Asamblea de Diputados que su país 'está dispuesto a aumentar' -en realidad utilizó el extraño verbo densificar- 'su respaldo, en especial y en breve plazo, en materia naval, si es eso lo que nos piden' los aliados estadounidenses.
Como siempre, Jospin insistió en que 'las nuevas implicaciones francesas' exigen que las autoridades sean 'plenamente asociadas' a la definición de objetivos y a la planificación militar. Y recordó que todas las acciones militares 'tienen que acompañarse necesariamente de la búsqueda de una solución política alternativamente viable al régimen de los talibanes'. En cualquier caso, Jospin también expresó su convicción de que los ataques militares 'van a prolongarse' ante 'la fuerte resistencia talibán'.
Para Chirac, su viaje a Washington era el segundo en cuestión de pocas semanas, pues fue el primer líder europeo en visitar Nueva York tras los atentados del 11 de septiembre. En Washington ha recordado que '2.000 soldados franceses ya trabajan en la lucha contra el terrorismo' en Afganistán. La cifra, así como insistir en la eficacia de las informaciones captadas por dos Mirage V, fue lanzada para ser confrontada a la promesa alemana de enviar 3.900 soldados especialistas en ayuda humanitaria. Francia intenta mantener su rango de potencia militar a pesar de que el belicismo británico y la progresiva tendencia germana a atreverse a salir de sus fronteras relegan el valor de París como aliado, tradicionalmente gruñón.
Quizás por eso Chirac, riéndose, se dirigió a Bush reconociendo: 'You are the boss' ('Usted es el jefe'), para luego insistir también 'en la necesidad de hacer grandes esfuerzos para acelerar el hallazgo de una solución política para Afganistán. En ese sentido sostenemos las gestiones de Lakhdar Brahimi', el representante de la ONU. En la actualidad, un 47% de la población francesa duda de manera abierta sobre la eficacia y conveniencia del ataque militar contra Afganistán.
Hoy llegará a París el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, para entrevistarse con Chirac y Jospin, los dos primeros líderes occidentales que le acogen en una gira que le llevará a Londres y Washington. Musharraf recibió hace pocos días al titular francés de Exteriores, Hubert Védrine, que admitió que los aliados 'no podían imponer a los afganos una solución política artificial, sino ayudarles a recuperar el control de su destino'.
[El general italiano Mario Buscemi señaló ayer que las tropas italianas puestas a disposición de la operación militar en Afganistán y las unidades ya en los Balcanes colocan a Italia al límite de su capacidad de movilización, informa France Presse. El Gobierno italiano ha ofrecido poco más de mil soldados para la guerra de Afganistán, y actualmente tiene desplegados otros 7.200 en los Balcanes, lo que significa movilizar a unos 23.000 militares para asegurar los relevos. Por su parte, el primer ministro sueco, Goran Persson, indicó ayer que su país podría abandonar su tradicional concepto de neutralidad por considerarlo superado, aunque quedaría fuera de las alianzas militares para mantener abiertas sus opciones en los conflictos, informa Reuters].
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