La Acadèmia debate dos fórmulas para retribuir a sus miembros

La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) tiene sobre la mesa dos fórmulas para retribuir y compensar a los 21 miembros que forman parte de ella. Mientras que algunos académicos abogan por dejar sus actuales ocupaciones para dedicarse plenamente a la incipiente institución, lo que supondría cobrar una asignación mensual, otros defienden un sistema de dietas similar al del Consell Valencià de Cultura.

En la reunión de la comisión de reglamento que se celebró ayer se aplazó la cuestión que ha abierto una discusión en el seno de la Acadèmia, a la que han contribuido las diferentes situaciones profesionales de sus miembros. La ley de creación de la Acadèmia no incluye el concepto de sueldo en el capítulo de retribuciones, sino de dietas por desplazamientos e indemnizaciones por asistencia.

Un grupo de académicos consideran coherente que si van a dejar sus actuales ocupaciones para dedicarse exclusivamente a la actividad de la institución, deberían cobrar una asignación mensual estable que se habría de contemplar necesariamente dentro de las indemnizaciones. Recuerdan en este sentido las manifestaciones del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en las que equiparaba protocolariamente a los académicos con los subsecretarios (que cobran alrededor de nueve millones de pesetas al año).

Por otro lado, se propone que la Acadèmia Valenciana de la Llengua siga las pautas habituales de las instituciones de esta índole y se utilice una fórmula de pago de dietas e indemizaciones en relación con el trabajo, desplazamiento y asistencia a las distintas reuniones.

Las diferentes propuestas convergen en la necesidad de que la presidenta, Ascensión Figueres, cobre una asignación estable por su dedicación plena a la institución. A falta de alcanzar un acuerdo en este punto, el borrador del reglamento de la Acadèmia está prácticamente perfilado.