Máxima dificultad para el Barça

A las penas, puñaladas. No ha lugar para atormentarse en el Barcelona ni aun cuando el sorteo le ha dejado encuadrado en un grupo con mala pinta, tanta que los cuatro rivales amenazan con abrirse paso a codazos para alcanzar los cuartos. Barça, Liverpool, Roma y, en menor medida, Galatasaray competirán por dos puestos. El Liverpool de Owen ha encadenado cinco títulos en los últimos seis meses, acabó invicto la primera fase y eliminó al Barcelona el año pasado en la Copa de la UEFA. El Roma de Capello, campeón del calcio, es llanamente el coco, así que más que otra cosa es temido. Y nadie como el Galatasaray para restar puntos a los favoritos. El cartel, sin embargo, no intimida en el Camp Nou, que en lugar de afligirse por ver que le iban saliendo los peores rivales de cada una de las copas del sorteo, ha dado la vuelta al asunto y habla más de los demás que de sí mismo.

'Sabe que le digo', replicó Joan Gaspart, presidente azulgrana, presente en el sorteo, 'que quienes deben estar preocupados son los otros porque les ha tocado el equipo más fuerte, el que ha sumado más puntos en la primera fase, el líder de la competición: el Barça'. Y remachó: 'Nuestra afición estará contenta y motivada, consciente de que los jugadores necesitarán su apoyo para progresar'.

Igualmente dicharachero se mostró el entrenador, Carles Rexach: 'Si miras el sorteo fríamente, no hemos tenido suerte porque nos han tocado rivales de gran prestigio. Pero a veces lo que parece díficil puede resultar beneficioso. Podemos pasar con menos puntos que en otros grupos porque habrá más competitividad. Nos apetece la revancha con el Liverpool, será difícil jugarle al Roma y hubiera preferido un equipo francés a un turco, pero nos sentimos con fuerza para competir al máximo'.

Las palabras del presidente y el entrenador sonaron a consigna en el vestuario y, acto seguido, se encadenaron opiniones favorables a los emparejamientos. Dijo Alexanco, el segundo entrenador: 'Es un buen grupo para los amantes del fútbol. Nuestros rivales se habrán quedado con cara de circunstancias'. Frank de Boer expuso: 'Todos cuantos estaban en el sorteo son difíciles'. Y Xavi remachó: 'Si aspiramos a ganar el título, tenemos que empezar por eliminar a los grandes adversarios'.

- Liverpool, rival invicto. Ha eliminado al Barcelona en las dos ocasiones en que se han enfrentado en la UEFA, la última el año pasado, cuando los reds se proclamaron campeones en una final épica ante el Alavés. Invicto en la Champions, es cuarto en la Premier League, a dos puntos del líder, el Aston Villa, aunque cuenta con un partido menos. Muy difícil de batir, dispone de excelentes futbolistas de ataque: Heskey, Litmanen, Fowler y, sobre todo, Owen, aspirante al Balón de Oro. Una simple enumeración de su plantilla demuestra que es un equipo que tiene de todo. Buenos porteros (Westerveld y Dudek), centrales que defienden bien (Henchoz y Hyypia, Babbel), laterales interesantes (Riise, Carragher) y medios de todos los pelajes (Smicer, Redknapp, Murphy, Berger, Hamann, Gerrard, Diomede, Biscan). El club de Anfield ha recuperado la competitividad y la senda del éxito -la triple corona del año pasado y la actual Supercopa europea son sus logros más recientes- a cambio de perder el glamour que en la década de los setenta y ochenta le llevó a ser uno de los clubes más queridos del mundo por su pasing-game. El técnico francés Gerard Houllier, que ayer abandonó la clínica en la que fue intervenido a corazón abierto, ha tenido mucho que ver en esa transformación que ahora maneja el segundo entrenador, Phil Thompson, el mismo que se sentará en el banquillo el 20 de noviembre, fecha de la primera jornada en la que el Liverpool recibirá al Barcelona

- El Roma de Capello. Un equipo que tiene el sello resultadista inconfundible de Fabio Capello. 'Jugaremos punto a punto', proclamó ayer el técnico italiano, 'en un grupo en que, por ambiente, es el peor'. Pretendido precisamente por el Barcelona, Capello ha armado un plantel rico, variado y competitivo que aspira a revalidar el título de Liga. Ha ido remontando posiciones en el campeonato de su país -ya es segundo, a cuatro puntos del Chievo Verona- y aspira a disputar de nuevo una final de la Copa de Europa después de perder la de 1984 con el Liverpool. Totti, por bueno, y Tommassi, por combativo, portan la bandera de un equipo con recursos y especialistas del calado de Panucci. Tiene gol (Batistuta, Montella, Delvecchio, Balbo, Cassano), defiende con centrales exuberantes (Samuel, sobre todo, además de Aldair, Zago y Zebina), se abre bien por las bandas (Cafú, Candela) y dispone de medios que se comen el campo (Emerson, Lima, Fuser, Assunção, Tomic, Gigou). La portería queda a cargo de Antonioli y Pelizzoli.

- Galatasaray, viejo conocido. Un viejo conocido del Barça, cansado de viajar últimamente a Estambul, ciudad también del Besitkas y Fenerbahce. Los azulgrana suman dos victorias, un empate y una derrota ante el hoy líder de la liga turca. Pese a perder a Hagi y Popescu, el equipo del rumano Mircea Lucescu se ha clasificado por detrás del Nantes y por delante del PSV Eindhoven y el Lazio, eliminados. El Ali Sami Yen es inaccesible para la mayoría de los rivales, y el 19 de marzo próximo será precisamente el escenario del partido con el Barça, el último de la segunda fase de la liguilla. El portero colombiano Mondragón y el ariete checo Horvath han reforzado un plantel plagado de internacionales turcos: Bülent, Emre, Arif, Suat, Hasan Sas, Umit, Serkan y Mehmet.