La Junta pasa a controlar una tercera parte de los ingresos

La estructura de ingresos de las cuentas autonómicas también han sufrido un revolcón como consecuencia del nuevo modelo de financiación. El pacto del verano entre el Gobierno central y las 17 comunidades supone que

la Junta pasará a gestionar una cesta de impuestos cedidos: el 33% del IRPF, el 35% del IVA, el 40% de los impuestos especiales y el 100% de los impuestos sobre electricidad y matriculación de vehículos. Y que participará de un fondo de suficiencia, que garantizará que no haya merma de recursos con relación al año anterior.

Como consecuencia de la aplicación del nuevo modelo de financiación, los recursos de origen tributario (impuestos y tasas) que gestiona la Junta pasan del 9,4% en 2001 al 37,5% de los ingresos totales para el año que viene. Es decir, el Gobierno andaluz tiene ahora una autonomía financiera (ingresos que dependen de sus decisiones) que equivale a más de un tercio de los Presupuestos. En lo que se incluye el incremento registrado en los tributos propios (más de un 7%).

Menos transferencias

Hasta este año, más de un 75% del Presupuesto dependía de transferencias del Estado, que en una parte importante, como en el caso de los fondos que venían de la Seguridad Social para la sanidad y los servicios sociales, tenían un carácter finalista (sólo podían gastarse en unas determinadas políticas). En 2002, estas materias también pasan a financiarse con los recursos provenientes del nuevo sistema de financiación, por lo que las transferencias el próximo año se reducirán hasta significar el 58% de los ingresos presupuestados.

La Junta ha calculado que el nuevo modelo de financiación autonómica le aportará 224.000 millones, aunque el Gobierno central tan sólo se ha comprometido a aportar 95.000 millones para equiparar a Andalucía con las otras comunidades (que sí estaban en el anterior modelo) en 1999, el año base que se va a utilizar en los cálculos. La cantidad final dependerá de una reunión entre ambos Ejecutivos pero, por si acaso, la Junta ha incluido una disposición adicional para modificar sus Presupuestos en caso de cambios en esa cantidad.

Esta situación también afecta a la capacidad de la Junta para incluir deducciones y bonificaciones en los tramos de impuesto que ahora podrían gestionar. De hecho, en 2002, el Gobierno andaluz no podrá incorporar ningún cambio importante en su política fiscal (lo barajó para su plan de apoyo a la familia) ya que el Ejecutivo central no ha realizado aún las modificaciones en la normativa para legalizar estas decisiones.