Un organismo de disciplina y coacción

Baltasar Garzón concluye en su resolución de 31 de julio que 'el organismo Gestoras Pro Amnistía forma parte de la estructura ETA-KAS-Ekin, concretamente de su 'Frente de Masas', siguiendo las directrices impartidas por aquélla en lo relacionado con el control y el sostenimiento económico del colectivo de presos de ETA; y, para la deslegitimación del marco jurídico-político español'.

El organismo es también fundamental, según Garzón, 'en el desarrollo del proyecto Aldehemendik / Fuera de aquí, que persigue la presión y la coacción sobre los funcionarios de la Administración del Estado para que abandonen el territorio del País Vasco y de Navarra'.

El magistrado considera que todo está enmarcado en el denominado Proyecto Udaletxe, creado por la banda terrorista para que primero KAS y luego Ekin asumieran las funciones transferidas desde ETA de dinamizar la 'construcción nacional de una Euskal Herria independiente y socialista'.

Una de las funciones instrumentales asignadas por los responsables de ETA a Gestoras es, según el juez, 'la de aprovechar el acceso de los integrantes de su bufete de abogados a los distintos procedimientos judiciales en curso para obtener información que les permita adoptar las medidas para evitar nuevas desarticulaciones de su estructura'.

El letrado José María Matanzas, procesado como responsable nacional de Ekin y que se encuentra en libertad bajo fianza, es el más destacado de los letrados que siguen las consignas de ETA, según el auto.

Por un lado, Matanzas, 'controla las diferentes iniciativas por orden de ETA del 'frente de makos' [cárceles], como por ejemplo una huelga de hambre con carácter rotatorio de los presos de ETA que tuvo lugar entre noviembre de 1999 y finales de mayo de 2000.

También ejerce la función de control del colectivo de presos, ya que por su condición de letrado tiene acceso a todos los presos de la banda, coartando la adopción de decisiones individuales de los reclusos para acogerse a fórmulas que permitan su excarcelación. Así José María Matanzas se presentó como comisario político al preso Ángel Recalde para advertirle de que sería expulsado del colectivo si aceptaba salir en libertad provisional.

También dio instrucciones para difundir públicamente el nombre de un funcionario de prisiones al que imputaba agresiones físicas a presos de ETA.