José Hierro tilda de 'asombrosa y espeluznante' la producción poética de Miguel Hernández
La familia del escritor oriolano mantiene sus diferencias con la Generalitat Valenciana
Orihuela rindió ayer un caluroso homenaje al poeta José Hierro, ganador del Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández. El acto fue, además, el marco para conmemorar el 91 aniversario del escritor oriolano. Hierro, pese a su delicado estado de salud, quiso estar presente en la localidad natal de su colega donde comparó 'la necesidad de la poesía con la del oxigeno'. Hierro calificó la obra de Miguel Hernández como 'asombrosa y espeluznante'. La familia de Miguel Hernández mantiene sus diferencias con la Generalitat y un año más se ausentó del acto.
El poeta José Hierro recibió anoche en Orihuela el III Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, que concede la Generalitat Valenciana y que está dotado con cinco millones de pesetas. Hierro, pese a su delicada salud y a sus casi ochenta años a las espaldas asistió al acto, que sirvió para conmemorar el 91 aniversario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, que se cumplía ayer.
El acto se celebró en la Biblioteca Pública Fernando de Loazes de Orihuela con la asistencia del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y del consejero de cultura, Manuel Tarancón, presidente del jurado de este galardón, que tiene como objetivo premiar la trayectoria profesional de un poeta de lengua castellana. Sin embargo, al igual que en la edición anterior, hubo una ausencia destacada la de la nuera del poeta oriolano, Lucia Izquierdo, presidenta honorífica del jurado y de la Fundación Miguel Hernández, que evitó acudir por los problemas y tensiones que han surgido entre los familiares del poeta y la Administración.
José Hierro, nacido en Madrid hace 79 años, es Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1981), Premio Cervantes (1998), Premio Nacional de las Letras Españolas (1990), entre otros muchos galardones. El premio que ayer recibió, que le había sido otorgado en octubre de 2000, lo habían obtenido antes los poetas Leopoldo de Luis y el peruano Emilio Adolfo Wesphalen. El jurado destacó 'la calidad de su obra, que se sustenta en dos aspectos fundamentales, como son su respeto a la tradición literaria y la extraordinaria musicalidad de su lenguaje, lo que le convierte en uno de los poetas más bellamente sonoros del idioma castellano', de la obra del poeta. El galardonado dijo durante el acto que 'es una satisfacción y un honor a la vez que una responsabilidad porque cuando es un premio a una vida, no a un libro concreto, siempre se piensa que hay gente alrededor que lo merece mucho más, y no se trata de una falsa modestia'.
Hierro, quien fue detenido por subversivo y revolucionario al acabar la Guerra Civil, permaneció en la carcel unos cinco años de su juventud. Allí coincidió con Hernández. Por este motivo recordó: 'Curiosamente creo que en el mismo año que yo permanecí en la prisión de Torrijos, Miguel Henández también pasó por allí, y después supe que allí en esa cárcel había escrito las Nanas de la Cebolla, aunque no lo conocí'. Luego añadió: 'La única noticia que yo tenía de Miguel era que había escrito el Niño Yuntero, y que no me gustaba, después ya fui conociendo otras poesías escritas por él, y finalmente ya muy avanzada la posguerra descubrí una poesía asombrosa y espeluznante', dijo Hierro, para quien este galardón, 'por todas esas coincidencias, tiene un significado muy especial'.
El jurado del premio estuvo compuesto por los poetas y escritores: Félix Grande Lara, Pedro De la Peña ,Ricardo Bellveser, Vicente Ferris, Vicente Ramos, Gaspar Jaén i Urbán y Manuel Martínez Galian. El jurado está presidido por el consejero de Cultura Manuel Tarancón y como presidenta de honor Lucia Izquierdo.
En el mismo acto también se entregó el Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández, galardonado con 500.000 pesetas y cuya ganadora, la vallisoletana Olga Susana López Portela, también fue seleccionada por el jurado en octubre de 2000.
Pero en la velada no sólo hubo literatura, los grupos ecologistas y las plataformas y colectivos en defensa del saneamiento integral del río Segura aprovecharon el acto para pedir más eficacia al gobierno del PP en la recuperación del cauce.
Unos 40 representantes al acto, con una pancarta en la que se podía leer 'Zaplana, mentiroso', también llevaron 50 kilos de peces muertos recogidos ayer por la mañana de la desembocadura del río en Guardamar del Segura. Los peces muertos fueron arrojados por el suelo a las puertas de la misma entrada de la Biblioteca. Cuanto llegó el presidente de la Generalitat, con unos minutos de retraso, le recibieron con una sonora pitada y a los gritos de: 'El río Segura, mierda pura'. El único incidente se produjo cuando, por el mal olor de los peces, los operarios de limpieza decidieron retirarlos lo que causó el malestar de los manifestantes y un leve altercado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.