La protesta social logra que siga en Chiva la maestra de una minusválida

La comunidad escolar del colegio Doctor Corachán de Chiva está de enhorabuena ya que la Consejería de Educación ha decidido mantener la maestra de apoyo que envió a principio de curso para atender a una alumna que va en silla de ruedas. Sin embargo, para conseguirlo, tuvo que movilizarse, concentrarse ayer en la puerta del colegio e incluso acudier a la consejería los compañeros de clase de la niña junto con ella y varios padres.

El viernes 26 se comunicó a la profesora de apoyo, Nieves Pérez, que 'debido a un error', como confirman desde al AMPA del Colegio Doctor. Corachán de Chiva, 'debía marcharse del centro'. Esto generó una respuesta inmediata por parte de la Asociación de Madres y Padres de alumnos que se movilizaron contra la decisión. Dicha profesora se ocupaba de la niña María Dolores N., que debido a una lesión va en silla de ruedas y requiere atención especial, para bajarla y subirla del autobús, ayudarla en su aseo personal y en los desplazamientos dentro del edificio y en las actividades extraescolares que se realizan fuera de él. Esta maestra completaba su horario además como profesora de apoyo con el resto de compañeros, daba clases en el aula de educación infantil, desarrollaba función de secretaria, apoyaba lingüísticamente a cinco extranjeros matriculados y participaba en el programa de incorporación progresiva del valenciano.

Sin embargo esta profesora llega un curso tarde ya que, como confirma la madre de la niña afectada, Carmen Carrasco, 'desde que matriculamos a mi hija el curso pasado estamos solicitado una cuidadora que la atienda', cuestión que como recuerda el representante del APA Vicente Gil, 'le corresponde por ley, es un centro de integración'. María Dolores estuvo atendida el año pasado por sus compañeros y los profesores del centro e incluso se cambió la ubicación de la clase de ESO a la que ella asiste, de la tercera a la planta baja, para que ella pudiese recibir clase ya que el centro carece de ascensor y la Consejería de Educación todavía no ha eliminado estas barreras arquitectónicas.