El exitoso regreso de Art Futura
El festival de arte digital logró más de 8.000 visitantes en la edición de su retorno a Barcelona
El festival de arte electrónico Art Futura despidió el domingo su 12ª edición, la de su regreso a Barcelona, convocando a más de 8.000 personas en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y dejando buen sabor de boca entre sus organizadores, 'si se tiene en cuenta la limitación de espacio y dinero' de esta edición, explicaron. Durante los cuatro días en que se ha celebrado la muestra se han analizado las nuevas propuestas de arte colectivo en la red, la creación inspirada en los modelos del videojuego y la realización de espacios virtuales en tiempo real.
'La cifra de visitantes es similar a la de las primeras ediciones en Barcelona. Yo creo que nos podemos dar por satisfechos ya que el objetivo era decir aquí estamos y entrar en contacto con la nueva gente que trabaja en esta ciudad dentro del arte digital', señaló Montxo Algora, director del festival. El equipo de producción de Art Futura, renovado totalmente salvo en la dirección de Algora, plantea para el año que viene una nueva propuesta, más generosa en cuanto a presupuesto y calendario, 'en la que seguir profundizando en el videojuego y el arte en la red, aunque creando nuevas secciones, mayor espacio expositivo y un número mayor de proyeccioens audiovisuales', apuntó el director el festival, 'aunque en esto del arte digital nunca se puede tener claro hacia dónde avanzar, ni siquiera seis meses antes del comienzo de la edición'. Para Algora, lo más importante es haber vuelto a entrar en contacto 'con un público muy interesado en el diseño por Internet y toda la creación multimedia'.
El colectivo de diseñadores y artistas británico Tomato consiguió acaparar gran parte de la atención del festival, como lo demostraba el aspecto del auditorio del CCCB el pasado viernes. Por su carácter multidisciplinario y por la popularidad conseguida gracias al grupo techno Underworld y las campañas publicitarias de la nueva videoconsola de Sony, tener la visita de Tomato en Art Futura era todo un lujo para sus asistentes. Michael Horshman, miembro fundador del grupo, planteó en Barcelona un nuevo modelo de creación artística unido a una empresa cooperativa casi idílica. 'Uno debe permitirse el lujo de trabajar en lo que le gusta y cobrar por ello. También hay que ser capaz de decir no a los encargos que no te gustan y tener claro qué quieres hacer, sin ponerte límites', dijo Horshman, que actualmente trabaja en la creación de imágenes aprovechando el movimiento de las olas que genera el sonido en el agua.
'No nos definimos como artistas, tampoco como un monstruo extraño o un grupo de arte colectivo. Somos gente libre que trabajamos sin que nadie supervise lo que hacemos. Pero también tenemos claro que hay que ganar dinero, para lo que hacemos diseños más comerciales'. A lo largo de 10 años Tomato ha creado música, más de 300 anuncios publicitarios, diseños de arquitectura, exposiciones, libros, imágenes corporativas o espacios interactivos. Todo esto ha surgido de un grupo de nueve personas. Ahora preparan un escuela taller en la que los nuevos artistas convivan durante unos días con ellos.
Arte colectivo en InternetLas sesiones de Art Futura han insistido también en las expresiones de arte por la red, el net-art, obras que 'están siendo aceptadas mucho más rápido que el vídeo o la fotografía por los comisarios, los museos y las galerías', señaló Roberta Bosco, encargada de presentar la propuesta Digital Jam, muestra de las aportaciones del arte colectivo por Internet. 'Estas obras permiten experimentar el placer de viajar por lugares distintos con una nueva forma de moverse, aportan el placer de compartir nuevos conocimientos y el de la actuación, de ver el resultado de nuestras acciones', explicó el creador Ricardo Iglesias.
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