_
_
_
_

La tragedia de Múnich 72

A las cuatro de la madrugada del 5 de septiembre de 1972, un comando integrado por ocho palestinos de Septiembre Negro, la organización más radical de Al Fatah, burló la leve seguridad que se había desplegado en la Villa Olímpica de Múnich y se dirigió al pabellón 31, en el que se encontraba alojada la delegación de Israel.

Armados con fusiles de asalto y granadas, entraron en las habitaciones y mataron a Moshe Weinberg, el entrenador de los luchadores, que intentó oponer resistencia, y al halterófilo Joseph Romano. Otro levantador de peso, Touviah Sokolowski, saltó por una ventana y fue uno de los dos únicos supervivientes. El resto del grupo fue tomado como rehén.

Los terroristas pidieron a cambio la liberación de 200 prisioneros palestinos. A las nueve y media de la noche del mismo día, los secuestradores y sus cautivos viajaron en tres helicópteros a un aeropuerto militar de Múnich, a 30 kilómetros, donde un avión les esperaba supuestamente para volar a una ciudad árabe elegida por ellos. Pero era una trampa que resultaría mortal para todos.

Más información
Los JJ OO de invierno de Salt Lake invertirán 40.700 millones en seguridad

Tiradores de élite dispararon y mataron a tres de los miembros del comando, pero no pudieron evitar la tragedia. Dos granadas explotaron y el balance fue la muerte de los nueve rehenes -cuatro atletas y cinco técnicos- más un policía y los cinco palestinos.

El estadounidense Mark Spitz fue el héroe deportivo en la piscina de aquellos Juegos Olímpicos, con sus siete medallas de oro, porque el COI -su actual presidente, Jacques Rogge, participó en ellos como regatista- decidió terminarlos. Pero siempre serán recordados por la sangre vertida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_