Todos como chinos
Cuando Estados Unidos entró en Vietnam, China amenazó, y Rusia; y a su vez se odiaron entre sí. Cuando entra en Afganistán, los tres grandes se ponen el mismo uniforme. La foto de los personajotes con la chaqueta china como un uniforme es una de esas admirables imágenes que piden mil palabras. Indica que es verdad que Bush domina el mundo, y que estos cuarenta años han sido decisivos en la carrera militar y técnica de su país, y en su inteligencia imperial, de la que excluyo al mismo Bush pero veo en Cheney y en Powell.
Las mismas personas que en España gritaban contra la guerra de Vietnam, saltándose el peligro franquista y fraguista (por favor, no me hablen hoy de Fraga) o cayendo en él, hoy atacan a los manifestantes que salieron en Madrid contra la guerra y contra todas las víctimas civiles. Uno dice que son los chicos de Frutos -qué más quisiera él- y otros recuerdan el rojerío; y el anarquismo, el antisistema, el antiamericanismo. Los que admiraban la civilización milenaria de Indochina y sus templos entre monos y hojarasca niegan hoy civilización al islam. Los ateos estamos tan lejos del islam como del Vaticano (lo digo así por guardar mi respeto al evangelio), pero yo prefiero la Alhambra a la catedral de Colonia. Defender la paz es peligroso otra vez. 'La paz no es un reposo cómodo y cobarde frente al enemigo', decía la consigna franquista que se rezaba en RNE todos los días, a cada 'parte' (hay quien llama así todavía al informativo; y es que todo vuelve menos Fraga, que nunca se ha ido: y ya me ha salido otra vez el nombre del tipo de los enormes tirantes con la bandera española que ahora habla una rara imitación del gallego). Hay que alegrarse de la paz de chinos, rusos y 'americanos'. La guerra contra los afganos, o contra una parte de los afganos pero que los mata a todos, era posible. (Ah, junto a la foto de los nuevos chinos está la de los niños muertos; y la aterradora de la policía de Pakistán disparando, apaleando a cientos de afganos que huyen del crimen; imágenes que Tele 5 comenta diciendo que los paquistaníes luchan contra las mafias de la frontera. Qué palabra más impresionante, la de mafias: sirve para calumniar y atacar a los inmigrantes, las prostitutas o los afganos desesperados).
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